El resfriado, una enfermedad común en los niños
Dependiendo de la edad del niño, de si tiene hermanos que van a guardería/cole y de si acude o no a guardería cogerá más o menos catarros.
En general es normal que el niño menor de dos años que no acude a guardería padezca de 6-8 catarros al año.
Si el niño acude a guardería antes del año, generalmente suelen coger un catarro por semana y si va antes de los dos años, uno cada 2 semanas.
Cuanto más pequeño es el niño más se acatarra debido a que su sistema inmunitario no está maduro del todo. No ha tenido contacto con esos virus y no es capaz de defenderse de ellos. A medida que vaya cogiendo catarros, y tomando contacto con diferentes virus, su sistema inmunitario irá aprendiendo a defenderse de ellos.
Por tanto es inevitable que el niño, sobre todo el niño pequeño, se constipe y la literatura infantil también lo sabe,por eso hay cuentos que les ayuda a entender por qué estan enfermos y por qué se sienten con malestar, como Teo está enfermo, Maria va al pediatra.
Es un hecho que los niños que acuden a guardería o colegio tienden a acatarrarse más. En estos lugares el ambiente suele estar más cargado de virus debido a que están en contacto con otros niños acatarrados que tosen, estornudan y van expulsando virus al ambiente.
Además los virus no sólo están en el ambiente, sino que también son capaces de sobrevivir sobre los objetos como los juguetes que comparten entre ellos, lo cual facilita también el contagio.
Complicaciones
En general los catarros, son procesos autolimitados, es decir se resuelven espontáneamente. El propio organismo se encarga de eliminar el virus, aunque a veces se pueden complicar.
La complicación más frecuente del catarro es la sobreinfección bacteriana. Aprovechando que las defensas están ocupadas en defenderse del virus, llega otro germen, generalmente una bacteria, aunque también puede ser otro virus y produce una infección.
La más frecuente es la otitis. El moco acumulado en el oído se infecta. El niño se queja de dolor de oído y/o le supura el oído. Puede asociar o no fiebre.
Otra complicación es la neumonía (pulmonía), la infección afecta a las vías respiratorias bajas. Se acompaña de fiebre y dificultad respiratoria.
Ante la sospecha de un catarro complicado, el niño debe ser valorado por el pediatra.
Ante un catarro podemos aliviar los síntomas, pero ante la sospecha de un catarro complicado, mejor llevar al niño que sea valorado por un pediatra.
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