A veces no es posible tener un lugar apropiado para hacer los deberes
La actividad diaria que llevamos a cabo los padres hace que tengamos que amoldar nuestros horarios al de nuestros hijos y muchas veces no es posible seguir las pautas y los hábitos como quisiéramos.
Muchos niños al terminar su jornada escolar no acuden directamente a sus casas, donde pueden seguir un horario y organizarse en torno a él, sino que bien sea porque sus padres salen de trabajar más tarde y ellos deben quedarse en casa de un familiar, bien porque acuden a realizar una actividad extraescolar una o dos veces por semana o espontáneamente porque tienen cita con el médico, las tareas escolares no las pueden realizar en su habitación y en su mesa de estudio habitual.
Sea cual sea el caso, el niño no debe dejar su rutina y sus deberes escolares de lado, debemos ser flexibles, pero seguir con nuestro orden y adaptarnos al sitio y las condiciones de estudio.
Deberes fuera de casa
Si sabes que al día siguiente tu hijo va a llegar más tarde a casa y por lo tanto tendrá que hacer los deberes donde vaya a estar, prepara una bolsa con los libros que no se vaya a llevar al colegio, pero que posiblemente vaya a necesitar para hacer los deberes, como puede ser el diccionario.
Añade el material escolar que normalmente está en casa, pero que puede que utilice para hacer algún trabajo: reglas, calculadora, tijeras, pegamento.
Aunque no esté en casa puede seguir con su rutina ordinaria, primero la merienda y después los deberes. Mete en la bolsa su merienda, una fruta y una botella de agua, añade también una toallitas húmedas.
En la consulta del médico o en el auto mientras espera que su hermano termine el entrenamiento, tu hijo podrá llevar a cabo tareas sencillas, los grandes trabajos, búsquedas en internet o si tiene que estudiar para un examen deberá de hacerlos en su lugar habitual de estudio, donde él pueda organizarse mejor y concentrarse.
Por ello procura que estos casos sean excepcionales y que tu hijo siga una rutina en sus estudios, organiza los horarios y las actividades extraescolares de forma que el niño no se distraiga de su labor diaria ni deje de hacer los deberes, ello sería muy perjudicial en su rendimiento escolar.