¿Deben creer los niños en los personajes mágicos? | Edúkame

¿Deben creer los niños en los personajes mágicos?

Es bueno que los niños crean en los Reyes Magos, Papa Noel o el Ratoncito Pérez

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Con motivo del estreno de la película El orígen de los guardianes, la empresa encargada de su publicidad se puso en contacto con Edúkame, y en concreto conmigo, para preguntarme si es bueno que los niños crean en personajes mágicos como Papa Noel, los Reyes Magos, el Hada de los dientes, etc. La respuesta me dio para hacer el siguiente escrito.

Hay padres que consideran que ofrecerles estas creencias es engañarlos y que prefieren no hablarles mucho de estos personajes y así con ello evitar la futura decepción que tendrían cuando se enterasen que en realidad Papa Noel no existe.... o que el Ratoncito Pérez nunca se llevó sus dientes.

Pero privarles de esta fantasía a los niños es privarles de un gran alimento para su imaginación, su desarrollo y también su alma. El pensamiento infantil es principalmente mágico  y esta magia les ayuda a comprender el difícil mundo que les rodea. El niño pequeño no  distingue entre las cosas que son reales y las que son inventadas. Y es precisamente por este hecho que tiene una imaginación desbordante y se lo cree todo.

Comprender el mundo con alegría

En un principio no sospechan que algo pueda ser mentira, especialmente si alguien más mayor que él o un adulto se lo cuenta. Por eso no dudan cuando les decimos que el Ratoncito Pérez se ha llevado su diente, o que los Reyes Magos van por todas las casas del mundo repartiendo regalos para hacer felices a los niños.

Y también por este mismo motivo, hemos de evitar contarles historias maléficas de brujas o  monstruos que hacen daño, pues también se las creerán causándoles daño, miedo e inseguridad.

Pero en cambio, sí les ayuda conocer historias sobre personajes mágicos que hacen buenas acciones, reparten amor, sonrisas, protección o velan por la seguridad de todos los niños. Por eso las historias infantiles, son una herramienta ideal para ayudarles a comprender el mundo que les rodea, potenciando su ilusión y su alegría.

Los niños necesitan creer

Así pues, los niños pequeños están preparados para creer en el Ratoncito Pérez o en Papá Noel y necesitan creer en personajes e historias que transmitan amor, confianza, seguridad y buenas acciones que les ayuden a crecer.

Al igual que ayudan los besos mágicos de mamá que todo lo curan, los muñecos comepesadillas que les ofrecemos para calmar sus miedos, los dibujos protectores o las tiritas especiales que curan con solo ponerlas.

Conforme el niño va creciendo y su pensamiento va madurando empezará a estar preparado por si solo para distinguir entre fantasía y realidad. Descubrir con 7 o 9 años, que el Ratoncito Pérez no existe no es descubrir que papa o mamá me mintieron, sino que es descubrir que has estado creyendo en una fantasía que te ha hecho tener ilusión y te ha hecho sentir momentos muy especiales.

La frustración no es dañina

La frustración o decepción es inevitable, pero no es dañina, pues al  niño le está ayudando a madurar y a ir comprendiendo otras facetas de la vida y otros recursos que no tenía.  Claro que esta frustración es dolorosa, y  los padres preferimos evitar todo dolor en nuestros hijos, pero en el acto de crecer está implícito el dolor de la frustración y su propia superación.

Y esa creencia, aunque ahora el niño sepa distinguirla de la realidad, no hemos de dejar que la pierdan del todo. ¿Mamá, he estado creyendo en una mentira? No cariño, los Reyes magos existen pero en la fantasía; has estado creyendo en una fantasía.

Creer es ilusión y amor

Incluso cuando somos adultos estos rituales mágicos, nos ayudan a creer en algo que va más allá de lo que vemos, nos ayudan a creen en el AMOR universal y nos ayudan a confiar, como cuando éramos pequeños, y sobre todo a no perder ¡la ilusión! Algo que nunca debería faltar en ninguna familia, ya se tengan niños pequeños o adolescentes o adultos.

Los adultos, también necesitamos dosis de pensamiento mágico, así que también nos beneficia proteger estos rituales mágicos y no dejar que desaparezcan en nuestro núcleo familiar. Sí, ya sabemos que no existen, que no son realidad pero también sabemos que nos conectan con la ilusión y la confianza de creer en un mundo mejor.

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Escrito por:

Cristina Garcia
Cristina Garcia

Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame

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