Cómo superar el miedo al agua
Con la llegada del verano y el tiempo libre que ofrecen las vacaciones estivales, es un buen momento para que los pequeños aprendan a nadar.
La natación es un deporte que ejercita los músculos y beneficia el desarrollo físico del niño, pero podemos encontrarnos con un problema para que nuestro hijo aprenda a nadar y es que el niño tenga miedo al agua.
Miedo al agua
El medio acuático es un entorno desconocido para el niño que, en la mayoría de los casos, les resulta muy atrayente. Jugar en el agua, saltar las olas, sumergirse en la piscina, suelen ser actividades muy divertidas para los niños.
Sin embargo, para algunos pequeños el agua se convierte en un lugar donde pasan miedo y angustia, ese miedo a lo desconocido, a no dominar un entorno que les resulta extraño.
El miedo puede aparecer como respuesta a una situación negativa que se ha vivido con anterioridad, quizás alguna vez tu hijo se vio obligado a meterse en el agua sin que él quisiera, o se asustó cuando una ola le derribó y no pudo reaccionar a tiempo, quizás se cayó a la piscina y fue una experiencia traumática para él.
También puede deberse a una sobreprotección por parte de los padres que le advierten y le advierten de los peligros del agua y le asustan con historias sobre monstruos marinos o peces que viven en el agua y que le pueden hacer daño.
Cómo vencer el miedo al agua
El mejor método para superar el miedo al agua es familiarizar a los más pequeños con este elemento.
Desde el primer baño en casa, este debe de ser divertido, el agua tiene que estar a una temperatura que les anime a disfrutar del baño, dale objetos con los que juegue y no tengas miedo de que salpique o se eche agua en la cara.
También es recomendable acudir con los niños a las piscinas y nadar con ellos, hay muchos centros donde dan clases de matronatación, durante las que podréis practicar ejercicio físico en compañía de vuestros bebés.
Nadar con papá o mamá es una de las actividades que más os pueden unir, a vuestro hijo le daréis confianza y le haréis sentirse menos inseguro, a la vez que os podréis divertir.
Si tu hijo es más mayor y ya tiene miedo, lo más importante es no forzarle, darle confianza, explicarle lo relajante que puede ser un baño, lo buen ejercicio que es nadar, pero todo poco a poco, que él gane la confianza día a día.
Puedes ir acostumbrándole progresivamente al agua, primero mojándose los pies, luego hasta las rodillas y así hasta que ya quiera meter su cuerpo entero.
Enséñale a tu hijo a no tener miedo al agua, pero sí respeto.
