A qué edad puede el niño aprender una nueva lengua

Tu pequeño se encuentra atravesando la etapa de adquisición del lenguaje. ¿Te has cuestionado si es bueno introducir un nuevo idioma? ¿Aceptará tu hijo un nuevo código cuando aún no ha terminado de aprender su lengua materna?

Los niños repiten y juegan con el lenguaje, no sienten vergüenza al hablar diferente. Los pequeños pronuncian con facilidad los nuevos sonidos de otro idioma y esta época resulta idónea para asentar una buena base. No solo se trata de enseñarle palabras en inglés o francés, por ejemplo, sino propiciarle una herramienta de organización del conocimiento y del aprendizaje de su propio entorno. Se favorece el desarrollo de su inteligencia, ya que está comprobado que el aprendizaje a través de otros idiomas desarrolla la creatividad y prepara al niño para su posterior estudio.

¿A qué edad?

Se aprende jugando. Una buena experiencia con la lengua extranjera es crucial para  que se active la parte emocional del aprendizaje. Esto hará que en un futuro le resulte sencillo perfeccionarla o, incluso, aprender otra distinta.

Pero, ¿a partir de cuándo? Durante la edad Preescolar, pero, cuidado: es necesario que el niño tenga suficientes conocimientos en su lengua materna para emprender otro idioma. Sobre los 3 o los 4 años, según expertos en Psicología Evolutiva, está en un momento evolutivo en el que le resulta fácil entender mensajes sencillos y repetir nuevos sonidos.

Pautas a seguir

Debemos recurrir a cuentos, canciones, juegos, películas, etc. Pero es imprescindible seguir una serie de pautas, para irse familiarizando con el nuevo código de manera natural y evitar que caiga en confusiones:

1. Es importante incidir en la comparación de objetos y conceptos en ambos idiomas.
2. Nunca empezar antes de los tres o los cuatro años.
3. Utilizar recursos visuales siempre, para que el pequeño sepa a qué objeto nos estamos refiriendo.
4. Nunca utilizar el otro idioma para enseñar conceptos que no se han aprendido previamente en la lengua materna.
5. Al comenzar, se atenderá exclusivamente a que el niño escuche y repita, no a que escriba en otro idioma.
6. Propiciar un ambiente positivo que le refuerce y favorezca su autoestima.
7. Hablar en la otra lengua lo máximo posible, dejando que repita  lo que escucha.
8. Realizar actividades que estén adaptadas a su ritmo y sus necesidades.
9. El niño debe divertirse porque aprende jugando.
10. La lengua materna únicamente debe usarse si es necesario explicar una actividad o un juego.

Podemos concretar, en definitiva que es un buen momento, a partir de los 3 o 4 años, para ir introduciendo al niño en otra lengua. Sin presiones, jugando y disfrutando, el niño mostrará los resultados a largo plazo.