¿Cómo se siente el niño ante el cambio de rutina?
Las rutinas dan seguridad al niño
Hace unos días hicimos la jornada literaria en la escuela donde trabajo. Durante todo un día realizamos diferentes actividades en relación con cuentos, poemas y rimas.
A primera hora fuimos a plantar por el pueblo una rima que habíamos hecho entre toda la clase de 3 años. Cuando volvíamos a la clase un alumno, Aaron, me preguntó:
- Noelia,¿ y ahora qué haremos?
Yo le contesté:
- Almorzar.
Y el niño me contestó:
- ¿y después?
- Pues ir al patio.
- ¿y después?
- Explicar un cuento.
- ¿y después?
- Ir a comer y dormir un rato la siesta.
- ¿y después?
- Volver a clase y seguidamente, todos los comapñeros del cole nos reuniremos en el patio para recitar algunos poemas y rimas.
- ¿y después?
- Volveremos a clase porque tu mamá te vendrá a buscar.
- ¡Ah! ¡vale!
Aaron me hizo recordar algo importante. Los niños necesitan unas rutinas para saber qué hacer en cada situación. Las rutinas dan seguridad al niño, así dentro de este contexto el peque se siente seguro. Pero también hay días en la que estas rutinas se "rompen", por ejemplo pasar un fin de semana en casa de los abuelos, una celebración, una fiesta en la escuela, etc.
En esta situación diferente el peque necesita la proximidad del adulto. Tu niño necesita que le expliques qué haréis, quien va a venir, dónde marcháis. Con palabras claras y sin demasiadas explicaciones para que lo entienda.
¿Cómo se siente el niño ante un cambio de su rutina?
Cuando Aaron me preguntó "qué haremos después, y después, y después..." yo lo entendí como una manera de hacerse un esquema mental de la rutina de ese día especial. Además de asegurarse que su mamá vendría a buscarlo por la tarde como cada día.
En este cambio de rutina ten en cuenta que el niño se siente emocionado, alegre o entusiasmado por la sorpresa. Quizás también algo asustado por ver a tanta gente, por el exceso de ruido, por ver a caras poco conocidas, etc. (sobretodo cuando son pequeños y también los bebés perciben estos cambios). Además, puede estar más inquieto de lo normal, excitado o nervioso.
En la situación nueva estate pendiente de él por si te reclama. Respeta su excitación, el movimiento continuo, cuídalo si llora más de lo normal o si está quejoso porque es la manera que tiene tu peque para expresarlo.