Disfrazar a los bebés en Carnaval: ¿A quién divierte? | Edúkame

Disfrazar a los bebés en Carnaval: ¿A quién divierte?

¿Entretiene al niño o los padres?

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Estamos en época de carnaval, ya mismo el Rey del Carnaval empezará a dar órdenes en las guarderías y a decir cómo los bebés (que van a la guardería) deben acudir esta semana: que si hoy en pijama y mañana con un lazo rojo, que si hoy de payaso y mañana con un sombrero…

En las guarderías se suele vivir el carnaval porque forma parte del folclore popular y con respecto a los niños de 1 a 3 años aún puede ser divertido (hablo de ello en un próximo post), pero con los bebés encuentro que está más enfocado a divertir o entretener a los padres, que en atender sus propias y verdaderas necesidades.

¿A quién divierte realmente el disfraz de pingüino?

En el mercado hay un sinfín de disfraces para envolver al bebé y convertirlo en: pollito, vaca, mariposa, lobo, abeja, etc. Y claro que están divertidos y guapísimos (aunque nuestros bebés están guapísimos siempre), pero ellos no saben que están disfrazados, es decir, ellos no saben que con esa ropa se han convertido por unas horas en un lindo pingüino. Y tampoco les divierte representar un personaje animal o de un cuento (como podría ser el caso de los niños de 2 años en adelante), porque aún no están preparados para ello. Entonces, ¿por qué los disfrazamos? ¿A quién divierte realmente vestirlos con un atuendo incómodo de mariposa?

Si lo disfrazas, ten en cuenta los siguientes puntos

Sea como fuere, si decides disfrazar a tu bebé ten en cuenta lo que realmente necesita:

  • no sentirse limitado en sus movimientos: disfraces muy abultados, apretados que no le permiten mover con facilidad sus brazos, o llevarse las manos a la boca, o reptar, o gatear, o sentarse por él mismo….
  • no sentir incomodidad: por sonidos artificiales que suenan en cuanto él se mueve (como cascabeles cerca de su oído), o por un tacto áspero del tejido, o por adornos en su cabeza (gorros, diademas que tal vez luche una y otra vez para sacárselas)
  • no sentir frío (porque él disfraz es de poco abrigo)
  • no sentir exceso de calor, (para lucir disfraz la educadora no se lo quita en el aula y con la calefacción puesta el agobio puede ser grande…).

Si vas a disfrazar a tu bebé, hazlo sobre todo pensando en sus verdaderas necesidades pues para él es lo único importante. Si la ropa que lleva no le hace sentir cómodo y libre, hazle una foto cuanto antes (por aquello de inmortalizar el breve momento vestido de pingüino) y ofrécele una vestimenta que le permita ser él, sin incomodidades, sin limitaciones.

Si en estos carnavales vas de rúa y acudes con tu bebé siempre puedes disfrazar su cochecito. Puede ser una sencilla aportación a la fiesta del carnaval sin asustar ni incomodar a tu bebé.

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Escrito por:

Cristina Garcia
Cristina Garcia

Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame

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