Cómo le ayudo a superar la angustia por separación nocturna
El sueño es uno de los temas que más preocupan a los padres, sobre todo, porque cuando un niño tiene muchos despertares en la noche, implica que los padres ven alterado su descanso aumentando con ello su cansancio.
Cuando un niño pasa de la cuna a la cama, alrededor de los dos años, o de la cama de los padres a su propia cama se inicia una nueva etapa para el niño y sus padres. Una etapa en la que el niño debe aprender nuevos hábitos y también aprender a superar otras emociones.
¡Mama no puedo dormir, mamá ven!
Las peticiones de mamá no puedo dormir, mamá tengo miedo, mamá quiero agua, papá enciende una luz, etc., pueden ser la tónica general durante una larga temporada que se suele hacer muy larga y pesada para los padres, porque el cansancio les hace perder con más facilidad la paciencia.
Hay una necesidad emocional
Tras cada despertar o petición nocturna, el niño busca asegurarse que no está solo, que mamá o papá están cerca de él.
No lo hace por capricho, lo hace por necesidad porque tras estas peticiones hay una emoción de miedo y de inseguridad que el niño necesita calmar. Es lo que se llama la ansiedad por separación nocturna.
Cómo debemos manejar la ansiedad por separación nocturna
Este miedo a estar separado de sus padres en la noche es muy real, así que no debes nunca subestimarlo.
Para calmar su ansiedad y miedo os reclama constantemente y lo seguirá haciendo mientras no le enseñeis otra manera de poder calmarse y poder gestionar satisfactoriamente su ansiedad.
Responde siempre en positivo
Tu actitud de mimo y de confianza en que lo podrá superar son vitales en esta etapa. Cada vez que te reclame acude y le transmites mensajes positivos de forma breve y sin estimularlo en exceso (no enciendas la luz, ni hables fuerte). Como un susurro le dices cariñosamente “estoy aquí cariño, duermo muy cerca de ti y aunque no estoy a lado siempre estoy contigo. Nuestros corazones están unidos".
Y ante sus quejas o protestas no discutas ni te enfades. Simplemente responde siempre en positivo. Si se queja "no tengo sueño", de forma positiva le dices "tranquilo pronto te vendrá"; "No estoy cansado", le dices "mejor así dormiras más profundamente", "Quiero agua", le dejas una botellita para que el mismo pueda beber sin llamarte, etc.
Un muñeco, su mejor aliado
Un muñeco que le cuida de forma especial por la noche le ayudará a sentirse arropado. Este muñeco, como objeto transicional, le ofrecerá el bienestar y la seguridad que necesita.
Tal y como nos enseñó el psicólogo Winnicott, el objeto transicional tiene funciones piscológicas importantes pues suple ciertas funciones de la madre cuando se encuentra ausente. Para el niño este objeto es una fuente de placer y de seguridad que le brinda el tocarlo, apretarlo y hablarle.
Cuando acudas a su cama, acurruca también al muñequito con el que estará durmiendo incluso habla con él “a tu muñeco le gusta mucho estar a tu lado, también necesita tu compañía para dormir”. Piensa que los mensajes positivos que le das al muñeco también los recibe tu hijo, y es un refuerzo positivo para transmitirle más seguridad (es su objeto transicional, por lo que para tu hijo tiene una importante misión).
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Escrito por:
Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame