El desarrollo emocional del niño y los animales
Para muchos niños, tener animales en casa es como tener un compañero de juegos permanente, que nunca nos dice que no y disfruta estando con nosotros. Pero detrás de esa unión mascota – niño, hay mucho, muchísimo más. Los animales son beneficiosos para el desarrollo emocional y social de nuestros hijos.
¿Por qué tener una mascota en casa?
- Es un apoyo incondicional: Nuestra mascota siempre está con nosotros, estemos tristes, contentos o enfadados y esa presencia hace que nuestros hijos crezcan más seguros y se sientan apoyados y acompañados en cualquier situación.
- Desarrolla el sentido de responsabilidad: La felicidad de nuestra mascota depende de nosotros, y que esté bien cuidada es una de nuestras prioridades. Involucrar al pequeño en las tareas de cuidado (comida, agua, juego, paseo...) les ayuda a ser conscientes y responsables de las necesidades de otro ser vivo, y les ayuda a crecer.
- Ayuda a la empatía: Como a las personas, a los animales hay cosas que les gustan más y otras que pueden incomodarlos, y es importante que nuestro hijo las conozca. De esta forma, entienden que aunque, por ejemplo, le apetezca abrazar fuerte a su gato, es muy probable que al gato no le guste, y por eso aprenden a respetarlo. Dan valor a los sentimientos y sensaciones ajenas.
Sabemos lo positivos que son los animales en nuestras vidas y en la de nuestros hijos, pero hay que tener en cuenta la rutina familiar y la edad del niño, antes de tomar la decisión de que un animal u otro entre en ella.