Niños con mal genio, qué podemos hacer los padres | Edúkame

Niños con mal genio, qué podemos hacer los padres

5 consejos para controlar el mal genio en los niños

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A partir de los 4-5 años el niño deja las rabietas para tener accesos de mal humor y mal genio, las razones suelen ser múltiples y variadas: dejar de ver la televisión, tener que acostarse a su hora, debe recoger el cuarto de juegos…

La frustración y el enfado son parte del crecimiento, pero esos arrebatos debemos zanjarlos con contundencia, sobre todo si sus reacciones son agresivas hacia sus padres o hermanos.

Consejos contra su mal humor

  • Es posible que con su mal genio tu hijo quiera llamar tu atención, trata de lograr que el niño exprese sus sentimientos con palabras y préstale más atención ante sus buenos comportamientos, sin llegar a ignorarle cuando esté de mal humor.
  • El ejercicio físico está muy indicado para los niños que necesitan dominar su genio, proponle que juegue al aire libre o practique su deporte favorito.
  • Si se enfada por alguna cosa, recomiéndale que se desconecte un rato, que se aleje de eso que le irrita tanto, un puzle que no le sale, un juguete que no funciona, un deber que no sabe hacer…que desconecte, después cuando esté más calmado puede volver a intentarlo.
  • Montar en casa un rincón donde estar de forma tranquila, donde el niño pueda calmarse. No será un lugar de castigo, sino un sitio para tranquilizarse y meditar en su actitud.
  • El niño debe exteriorizar lo que siente, tal y como en breve explicaremos de forma más detallada en la caja de la rabia,  porque el llevar esa rabia dentro es lo que le puede frustrar y hacer que descargue sus enfados de modo violento. Si es incapaz de decirlo con palabras dale papel y lápiz para que lo dibuje, o a través de gestos, el lenguaje corporal puede ser de gran ayuda, por ejemplo que se sienta un volcán que echa su lava a través de sus brazos y manos o por su boca.

Ante un momento de enojo y violencia por parte de tu hijo, los padres debemos ser un ejemplo de tranquilidad y serenidad para tratar de hablar con ellos y calmarlos, nunca te comportes de igual modo ya que entonces serán dos fuerzas en lucha, dos trenes a toda velocidad que terminarán por chocar.

Una vez que el niño esté calmado trata de hablar con él, pero sin juzgarle, tratando de comprenderle y dándole recursos para que pueda solucionar esas situaciones.

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Escrito por:

María Nuez
María Nuez

Madre que habla a otras madres de igual a igual.

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