Cómo aliviar y atender emocionalmente el malestar de la picadura
Aunque existen muchos productos preventivos frente a las picaduras de mosquitos, abejas, avispas y medusas, durante los meses de más calor es casi inevitable que en algún momento del verano nuestros hijos sufran el picor, ardor o dolor que producen estas picaduras en su piel.
En Edúkame os hemos dado algunos consejos preventivos y de curación sobre éstas picaduras en la piel. Pero en este artículo, os explico cómo curar emocionalmente su malestar y su dolor.
Cómo curar emocionalmente al niño que ha sufrido una picadura
Tras la picadura del insecto o la medusa el niño notará un malestar en su cuerpo que expresará con queja, con llanto, o con gritos y seguramente no querrá que nadie le toque la zona afectada por miedo a que se incremente su dolor.
El niño pequeño suele sentir este dolor de forma intensa y generalizada por su cuerpo, es decir no sólo en la zona afectada, y por tanto será normal también la intensidad de su queja.
Valida su sentimiento y ofrécele seguridad
El llanto y las quejas permiten que el niño alivie su dolor, así que deja que llore y que se queje mientras tú le vas ofreciendo mensajes que validan o acogen su sentimiento: sé que te duele cariño, sé que te pica mucho, sé que es molesto, sí mi amor duele yo lo sé, comprendo que llores pues sé que duele, etc. Así tu hijo sentirá que tiene permiso para expresar su emoción y aliviar con ello su tensión o el miedo.
Después le ofreces mensajes positivos que le van a ayudar a sentir la seguridad que necesita en estos momentos: te vas a curar, se te irá el dolor en un ratito, esta crema te va a dar un poco de alivio, etc. Nunca le digas mentiras o cosas que no son ciertas.
No juzgues su llanto ni su sensación de dolor. Nunca le digas que es un llorica, o quejica o un cobarde por expresar su dolor a través del llanto o la queja, ni le pidas que aguante como un “valiente” la reacción de la picadura. Son mensajes que castran la expresión emocional del niño, y no le ayudan a saber que él puede gestionar sus emociones y superar este momento de dolor.
Orienta su atención hacia temas que puedan ser de su interés, ponte a jugar con él o ella, a cantar o haced juntos alguna actividad que le pueda gustar y así también le ayudas a que no esté tan pendiente de ese malestar.
No hace falta que le prometas regalos, ni que le compres nada para despistar su dolor o para animarle. Tus curas físicas y emocionales y jugar contigo es lo mejor que le puedes ofrecer.
Qué aprende el niño
Tu actitud de seguridad amorosa, tu permiso para que exprese y tus mensajes positivos mientras le curas están enseñando al niño o niña a saber que:
- puede superar las sensaciones desagradables
- puede superar sus miedos e inseguridades
- puede expresar sus emociones, sean cuales sean, y que es un buena ayuda para después sentirse mejor
- Aprender a gestionar sus emociones.
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Escrito por:
Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame