Juegos que ayudan a superar los miedos nocturnos y los primeros miedos
El miedo es una emoción natural que nos sirve para ponernos en alerta en situaciones amenazadoras, para proteger y garantizar el bienestar físico y psíquico de la persona. Por lo tanto, los niños que no tienen miedo, dan mucho mucho, porque no ven los peligros. Yo soy de la opinión que es mejor tener un niño con miedo, pues le hace ser prudente.
El miedo tiene su parte saludable porque ofrece la oportunidad de aprender a enfrentarse a situaciones difíciles que el niño seguro se va a ir encontrando a lo largo de su vida.
Miedos evolutivos
Hay una serie de miedos que van de la mano de los progresos evolutivos de los niños durante su crecimiento y que son consecuencia directa de estos mismos avances. Así entre los 6 y 9 meses el bebé empieza a diferenciar las personas y objetos para él conocidos y esta madurez cognitiva le hace percibir como amenaza, y por tanto tener miedo, de personas o situaciones desconocidas.
Sobre los 2 años aparace el miedo a la oscuridad y permanece hasta los 9 o 10 años. El momento de irse a la cama el niño lo vive como un miedo a la separación de sus padres, un miedo a la soledad, miedo a seres imaginarios y malignos.
Conforme el niño va creciendo las experiencias de miedo se hacen mas sutiles, abstractas o indirectas y suele hacerse difícil reconocer que se tiene miedo y a reconocer lo que está provocando miedo.
En la caja Edukabox "Mamá, tengo miedo" ofrecemos recursos y juegos muy sencillos y prácticos para ayudar a los padres y a los peques a superar estos primeros miedos. Y en este escrito os ofrecemos unos cuantos juegos más.
Juegos que ayudan durante la etapa de los miedos
1) Jugar a esconderse y mostrar susto
Invita al niño a que se esconda debajo de un sábana, o tapado con algo y que vas a jugar a encontrarlo. Inviertes un tiempo muy corto en hacer ver que lo estás buscando y cuando lo destapes de la sabana haz como si te asustaras. Así tu peque comprueba que tú también te asustas. El niño necesita saber con nuestra actitud que todo el mundo tiene miedo alguna vez y que no es nada mala sentir miedo.
2) Jugar a la casita
Hacer una pequeña casita con sabanas y cojines para que el niño entre dentro y juegue. Para este juego también sirven las casitas que se compran ya construidas de cartón o plástico. Aunque lo ideal es crearlas pequeñas y que el niño se sienta dentro de un espacio poco luminoso y solo mientras dura el juego. Eso si, si el niño es muy pequeño, el adulto debe estar cerca pues será la manera de ofrecerle confianza y seguridad mientras juega. Dentro de la casita el niño puede jugar a lo que quiera: hacer comidas, a dormir, a estar con sus muñequitos, etc.
3) Jugar a despertar un muñeco
Cualquier muñeco que tenga el niño sirve. Jugar que está dormido y que tu niño debe despertarlo. Lo podéis llamar "el muñeco dormilón" y el acto de ir a despertarlo ayudará a tu niño a familiarizarse con el miedo a la soledad y a la separación de los padres que aparece en todos los niños pequeños a la hora de irse a dormir.
4) Jugar con linternas
Jugar en una habitación que esté en penumbra a iluminar con pequeñas linternas a las personas u objetos que estén dentro. Es importante no jugar en un habitación totalmente oscura pues al niño pequeño le asustará mucho, sino que las primeras veces mejor que esté en penumbra. La progresión de este juego puede ser que la habitación esté cada vez más oscura.
Otras vaciones con las linternas
- Jugar a encontrar algo grande enfocándolo con las linternas.
- Jugar a proyectar luz de colores. Pon en la linterna pequeños trozos de celofan de diferentes colores
- Jugar a buscar lobos o monstruos con las linternas. El juego consiste en buscarlos con poca luz y con la ayuda de las linternas, pero jamás se encontrarán pues no existen. Así que este juego siempre acaba con "no lo hemos encontrado porque no existen".
- Un juguete que proyecte luz en el techo de paz, ayuda a los niños a conciliar el sueño durante la etapa de miedos nocturnos.
Evitar
Rediculizar sus miedos. No son tonterias, es muy real lo que siente y lo que piensa el niño. Un niño pequeño, no sabe distinguir aún entre realidad y fantasía, así que los monstruos o personajes imaginarios son reales para él.
Procura no tener ropa o juguetes voluminosos distruidos por la habitación. Mejor retirarlos para evitar que el niño crea que en la oscuridad son un monstruo o una cara rara que le asuta.
También es importante controlar los dibujos animados o imágenes de television que ve.
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Escrito por:
Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame