Entrevista a Carlos González: "De mi paternidad he aprendido a comprender a mis padres" | Edúkame

Entrevista a Carlos González: "De mi paternidad he aprendido a comprender a mis padres"

Mis preguntas al importante pediatra Carlos González

1

Cuando me convertí en madre tus libros fueron para mí una gran enseñanza, mucho más que la formación pedagógica que había recibido en la universidad. Tus libros, mi maternidad  fueron una motivación importante para fundar Edúkame para ayudar a otras familias  respondiendo sus dudas sobre cómo son los niños, cómo crecen, cómo sienten y qué necesitan de sus padres, muchas de ellas recopiladas en nuestro libro Ser padres y madres. ¿Dónde está el manual de instrucciones? 

Carlos, en la paternidad y crianza de los hijos, ¿dónde está el manual de instrucciones?

Por suerte, no hay manual de instrucciones. Sólo faltaría. He criado tres hijos con excelentes resultados, sin necesidad de manual. Pero jamás aprendí a programar el vídeo, y traía manual en tres idiomas.

Los niños ni tienen manual ni lo necesitan, porque tienen padres. Los padres son seres especialmente creados para cuidar a sus hijos, así ha funcionado durante millones de años con notable éxito.

¿Qué has aprendido de la paternidad?

He aprendido a amar a mis hijos, a reordenar mis prioridades, a admirar sus progresos. Y también a comprender mejor a mis propios padres.

¿Qué es lo más importante para educar a nuestros hijos?

El cariño, el respeto, el tiempo que les dedicamos. Anda, me han salido tres cosas. Y hay más...

¿Cómo compaginar la vida actual (trabajo, obligaciones, deberes, etc.) con la crianza natural que propones?

No propongo una crianza natural. Propongo tratarles con cariño y respeto. Eso se puede hacer en cualquier circunstancia. Puedes consolarles cuando lloran, o puedes pasar de ellos y dejarles llorar. Puedes hablar con ellos y contarles cuentos o puedes gritarles y pegarles. Tanto en el siglo XXI como en el XIV, tanto si trabajas como ingeniero informático o como campesino, puedes decidir cómo tratas a tus hijos. No hay excusas.

¿Qué opinas de los 10 puntos de nuestro Manifiesto por una infancia feliz?

Básicamente, me parece bien. Claro, también se podrían haber ideado otros puntos distintos de esos diez, y también estarían bastante bien. Como pediatra, la idea de que “los besos lo curan todo” me parece excesivamente optimista, pero supongo que se ha de entender como una licencia poética.

En estos meses de verano, recibimos en la web consultas de padres muy preocupados y presionados por tener que retirar el pañal a sus hijos antes de empezar el colegio en septiembre, ¿qué opinión tienes al respecto?

El pañal se puede retirar en cualquier momento, siempre y cuando al niño no le importe (algunos, sobre todo mayorcitos, se lo toman muy mal, lloran despesperados pidiendo el pañal, y por supuesto hay que ponérselo) y estemos dispuestos a limpiar todos los pipis y cacas que haga sin rechistar, sin ridiculizar, sin presionar al niño, sin castigar, gritar, quejarnos ni suspirar como si estuviéramos muy ofendidos. Una cosa es quitarle el pañal a un niño, y otra cosa muy distinta es que ese niño aprenda a usar el retrete o el orinal.

Si en esos colegios lo que dicen es “traiga aquí a su hijo sin pañal, que a nosotros no nos importa que se lo haga encima y le limpiaremos sin protestar y sin reñirle ni humillarle todas las veces que haga falta”, pues me parece muy bien. Y si lo que están diciendo es “en este colegio no podemos o no sabemos tratar a niños que llevan pañal, y por lo tanto no puede traerlo hasta que aprenda a usar el retrete”, pues también me parece muy bien.

Parece que a veces lso padres interpretan bien lo que dicen en el colegio. Ellos no le han dicho “este niño tiene que controlar esfínteres antes del 15 de septiembre”, no pueden haber dicho una tontería así, nadie en su sano juicio lo diría, y menos unos profesionales de la educación que han estudiado para esto. Incluso si existiese una edad fija para controlar esfínteres, incluso si todos los niños lo hicieran exactamente con dos años, ocho meses y cindo días (lo que sería absurdo), es que no todos los niños empiezan el cole a la misma edad. Van a ir, juntos a la misma clase, niños nacidos el 1 de enero y el 31 de diciembre, niños que se llevan un año completo de edad. Por lo tanto, lo que le han dicho no puede haber sido “su hijo tiene que controlar esfínteres antes del 15 de septiembre”, sino “no traiga a su hijo al cole hasta que controle esfínteres”. Pues hágales caso. Seguro que el niño estará mejor en casa que en el cole.

En septiembre muchos pequeños irán por primera vez al colegio o escuela infantil, ¿qué les aconsejas a sus padres? ¿qué le ayudaría al niño?

Depende de la edad. A los menores de tres años (más o menos), lo que más les ayudaría es no ir al cole. Si eso no es posible (¿seguro que no es posible?), lo siguiente que más les ayudaría es que su madre pudiera estar con ellos, dentro del aula, durante los primeros días. O semanas. Así su primer contacto con la señorita y con el nuevo ambiente sería un contacto feliz, y con un poco de paciencia tal vez aprenderían a quedarse contentos en el cole, como se quedan contentos (a veces) con papá o con los abuelos.

Para los mayores de tres años (más o menos), no suele ser necesario hacer nada especial. Si en el colegio le tratan con respeto, el niño estará bien.

Sobre el tema del comer y el dormir también recibimos muchas consultas. Carlos, Y si, “mi niño no me come”, ¿qué podemos hacer?

Dejarle en paz, pobre niño.

Cuando un niño de verdad no come, es decir, cuando pierde peso, probablemente esté enfermo, y lo que hay que hacer es llevarlo al médico.

Pero cuando un niño “no come” pero no pierde peso, es evidente que alguien se ha equivocado, y que el niño en realidad sí que ha comido. Por desgracia, muchos padres tiene ideas completamente erróneas sobre la cantidad de comida que necesita un niño (ideas que muchas veces les han transmitido los médicos), y eso provoca enormes sufrimientos para toda la familia (sobre todo para el niño, que es la víctima de la situación).

Si el niño pequeño no quiere dormir en su cuna o camita, pero los padres no están cómodos o  no duermen bien todos en la misma cama, ¿qué pueden hacer?

Pueden hacer lo que quieran. Tiene derecho a buscar la solución que mejor les funcione, y tienen derecho a cambiarla si les deja de funcionar. A muchos padres les resulta más cómodo meterse al niño en la cama que tenerse que levantar varias veces a media noche (o que no poder dormir porque el niño se pasa la noche llorando). Pero si encuentran ustedes una solución mejor, pues magnífico.

Estamos preparando una Edukabox sobre las visitas al pediatra con juegos, cuentos y orientaciones educativas que ayuden a los más pequeños a estar tranquilos y seguros durante las revisiones o consultas pediátricas. A lo largo de tu profesión seguro que te has encontrado muchos niños que tienen miedo a ir al médico. ¿Qué pueden hacer los padres para ayudarles?

Lo primero de todo es tan obvio que seguro que a casi todos los padres se les ocurre: no fomentar el miedo al médico. No amenazar al niño con llevarlo al médico. “Si no te acabas la verdurita, el médico te tendrá que pinchar”. “Si no te estás quieto, el doctor se enfadará”...

Por supuesto, también es importante mantener la calma. Un niño se siente seguro cuando ve que sus padres están tranquilos.

Tal vez lo más importante para que un niño esté tranquilo en la consulta no es lo que hacen los padres, sino lo que hace el pediatra. Con paciencia, respeto y tiempo, a veces se consigue que un niño no llore.

Y no creo que haya que hacer nada más. Comprender y aceptar que los niños pequeños lloran. Que entre aproximadamente los nueve meses y aproximadamente los tres años casi todos los niños lloran, y algunos lloran como si les matasen desde que entran hasta que salen. Aceptar que son cosas de la edad, y que ni los padres han fracasado como padres, ni el niño ha fracasado como niño.

 

Para finalizar te agradezco que hayas compartido tu tiempo con Edúkame y que hayas compartido tu saber en estos magníficos libros, como Bésame mucho, del que aprendí que “los besos los curan todo”, una de los mensajes que más ofrezco a los padres en todo momento.

 Cristina García.

Pues gracias, pero ¿seguro que en Bésame mucho digo eso? Lo he buscado y no lo encuentro... Saludos cordiales,

Carlos González.

Tienes razón, Carlos. No lo dices en sentido estricto: ¡Sería un gran riesgo siendo pediatra! Pero sí comprendí y profundicé en mi formación terapéutica y de educación emocional, que los besos curan el alma: alivian, consuelan, acompañan, tranquilizan reconfortan, calman, relajan, serenan desde recién nacidos y sobre todo si son de papá y mamá.

Cristina García.

Si te ha gustado compártelo... Un pequeño gesto para ti, una gran ayuda a todos.

Si crees que puede interesar a otras mamás compartelo en tus grupos de Whastapp.

Escrito por:

Cristina Garcia
Cristina Garcia

Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame

Web: Edúkame Perfil G+: ver