Crisis de la oposición. Mi hijo es muy testarudo | Edúkame

Crisis de la oposición. Mi hijo es muy testarudo

Alternativas para que no diga siempre no

0

Ente los 2-3 años se va a producir en el niño cambios profundos que atañen a sus competencias motrices, mentales y lingüísticas. Un grado mayor de comprensión de la realidad y la riqueza en su comunicación le van a llevar a adquirir una cierta autonomía.

El pequeño se confía y empieza a tener unas pretensiones excesivas, “yo lo hago”, “yo puedo”, “yo lo cojo”, sin que vea el peligro de subirse a sillas, arrimarse al fuego o manejar objetos peligrosos.

La respuesta negativa por parte de los padres y la imposición de determinadas normas hacen que el niño se vuelva desobediente y a menudo tenga rabietas.

Cómo prohibir sin prohibir

Los niños con esta edad no comprenden que no puedan hacer las mismas cosas que los adultos y el decirles siempre no y hacérselo nosotros hará que se vuelvan dependientes e inseguros.

Por ello dale alternativas sin que sea un no rotundo:

  • Si estás poniendo el lavavajillas y él quiere hacer lo mismo, pídele que te ayude con aquellos objetos que no se rompen como los Tupper, los cubiertos de madera, su vaso y su plato.
  • Si vas a tender la ropa, explícale que es peligroso asomarse a la ventana, pero que él puede ser tu ayudante y puede sacar la ropa de la lavadora y darte las pinzas.

Dale la oportunidad de que busque alternativas y no solo el no o el sí, esto se consigue no dando órdenes directas sino dejando que participe en las decisiones:

  • En vez de “ponte los zapatos”, mejor “¿qué zapatos te quieres poner hoy, los negros o los azules?”

Si alguna vez se pone muy cabezota con alguna acción, haz que se distraiga, que su atención se vaya por otros derroteros y al final haga lo que tú quieres sin que se de cuenta:

  • No quiere ponerse el abrigo, en vez de decirle una y otra vez “ponte el abrigo” inicia una historia “¿te he contado la historia del pájaro que se perdió en un desierto?”, mientras tu pequeño atiende a la historia tú le puedes acercar el abrigo y él se lo irá poniendo, cuando llegue el momento de abrochar los botones, el cuento llegará a su final.

Si te ha gustado compártelo... Un pequeño gesto para ti, una gran ayuda a todos.

Si crees que puede interesar a otras mamás compartelo en tus grupos de Whastapp.

Escrito por:

María Nuez
María Nuez

Madre que habla a otras madres de igual a igual.

Perfil G+: ver