Andrés Manjón, educar a través del juego | Edúkame

Andrés Manjón, educar a través del juego

El Padre Manjón, fundador de las Escuelas del Ave María

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Hoy en Edúkame os queremos hablar de un gran pedagogo que se dedicó a la educación de los más pequeños basándose en la máxima: enseñar jugando. Nos referimos a Andrés Manjón.

Este sacerdote español dio un giro a la enseñanza a finales del siglo XIX con unos principios que han permanecido hasta la actualidad:

  • Contra la ignorancia, la enseñanza.
  • Contra la pobreza, el socorro.
  • Contra la corrupción, la educación moral.
  • Contra el escándalo público, la influencia social.

Andrés Manjón

La vida de este burgalés cambió cuando obtuvo una plaza a la Cátedra de Disciplina Eclesiástica en la Facultad de Derecho de Granada, es en esta ciudad donde observa diariamente a los niños gitanos analfabetos del Sacromonte, que no recibían atención alguna por parte de la enseñanza oficial.

En esta zona pobre encuentra a una mujer que ha formado una pequeña escuela en una de las cuevas del Sacromonte, la llamaban la “Maestra Migas” y sin apenas formación recogía a los niños sucios y mal nutridos para enseñarles doctrina cristiana y algunas pocas cosas.

Desde ese momento decide comprar un Carmen con sus sueldo y lo que saca pidiendo limosna, e instalar allí una escuela con la ayuda de Francisca Montiel, la Maestra Migas, corría el año de 1889.

Los niños del Sacromonte encontraron en la escuela del Padre Manjón un lugar donde recogerse mientras sus padres trataban de encontrar trabajo, allí además de aprender a leer y escribir, recibían comida y ropa.

Doctrina manjoniana

La pedagogía manjoniana se puso en práctica en una serie de escuelas creadas por el Padre Andrés Manjón y que, aunque nacieron en Granada, pronto se extendieron por el resto de España, se llamaron las Escuelas del Ave María.

Según los principios manjonianos el juego es una de las principales necesidades del niño, es algo innato en su naturaleza activa, por ello se debe enseñar jugando, lo que ayudará a una mayor compresión y retención de la materia por parte de la mente del niño.

El entorno que rodee a la escuela debe de ser amplio, alegre y sano, con un capo para juegos y labores, un jardín para el recreo y abundantes aguas cristalinas. Los niños pueden jugar a sus anchas, sin que nadie les moleste y, a su vez, ellos no molesten a nadie.

Los principios fundamentales de las Escuelas del Ave María son:

  • Respeto a la naturalidad, la movilidad y el juego del niño.
  • Respeto a la alegría, el alboroto, la risa, la inocencia y la expansión jubilosa.
  • Respeto a la enseñanza en el campo y al aire libre.
  • Valoración de los espacios alegres y soleados.

Los educadores en las Escuelas del Ave María

Andrés Manjón dio una especial importancia a aquellos maestros que debían de formar a los niños de las Escuelas del Ave María, lo cuales, además de enseñar en educación religiosa cristiana, debían de saber educar a través de los juegos, dar educación artística y musical y tener una especial atención a la educación sensorial.

“Quien educa a un niño o a treinta hace un bien; pero aún lo hace mucho mayor quien forma a un maestro, esto es, un educador de cientos y miles de niños que han de pasar por su escuela”.

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Escrito por:

María Nuez
María Nuez

Madre que habla a otras madres de igual a igual.

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