Medidas para aliviar los síntomas de un catarro en los niños | Edúkame

Medidas para aliviar los síntomas de un catarro en los niños

Orientación para mejorar los síntomas de un resfriado

0

En general cuando se tiene un catarro no es necesario guardar reposo. La actividad la debe de marcar el niño en función de cómo se encuentre.

Si el niño está cansado, tiene fiebre o no se encuentra bien debe descansar. Generalmente los niños suelen estar algo decaídos hasta que se encuentran mejor, y luego recuperan poco a poco su actividad.

Cuando van a guardería es beneficioso que los más pequeños se queden en casa dos o tres días para que se recuperen bien del episodio.

Los niños mayores no deben ir al colegio si no se encuentran bien o si tienen fiebre o tos importante que interfiera en su actividad escolar.

Se debe ofrecer abundantes líquidos para reponer las pérdidas producidas por el aumento de secreciones y para que las secreciones sean lo más fluidas posibles y facilitar su eliminación. Es frecuente que no les apetezca comer sólidos. Lo más importante es que beba líquidos para mantener el estado de hidratación.

Medidas generales para mejorar los síntomas

Para la congestión nasal, el lavado nasal con suero salino fisiológico (unas gotitas) o agua de mar a presión (Sterimar®, Sinomarin®, Rhinomer F1®) favorece la eliminación de las secreciones. Tras su administración, el niño mayor ha de sonarse la nariz.

En el caso de los lactantes o niños pequeños se deben extraer los mocos mediante aspiradores nasales o peras que se venden en las farmacias. Es conveniente realizar el lavado nasal antes de las comidas para facilitar la ingesta y antes de acostarles para que puedan descansar mejor. No se debe abusar de ello, ya que pueden producir irritación de la mucosa nasal.

Para que puedan respirar mejor por la noche puede ser útil, elevar la cabecera de la cama, poniendo una almohada o una manta debajo del colchón. Se debe elevar el colchón, para elevar el tórax y la cabeza del niño. Si la ponemos encima del colchón, corremos el riesgo de elevar la cabeza y flexionar la cabeza del niño, obstruyendo la vía aérea.

Humidificar el ambiente. En el caso de utilizar un humidificador, su uso debe ser fraccionado, y se debe limpiar según las especificaciones del fabricante para evitar la contaminación del mismo. Otra manera más económica de humidificar el ambiente es poner un cuenco con agua cerca del radiador.

Para intentar fluidificar y facilitar la expulsión de las secreciones, se puede crear vapor de agua durante el baño del niño, llenando la bañera con agua caliente y añadir agua fría después para que se produzca vapor de agua.

Los “trucos de la abuela” aunque no tengan base científica, a veces pueden ser útiles como por ejemplo el vapor emitido por la cebolla troceada puede ayudar a calmar la tos durante la noche.

Si te ha gustado compártelo... Un pequeño gesto para ti, una gran ayuda a todos.

Si crees que puede interesar a otras mamás compartelo en tus grupos de Whastapp.

Escrito por:

Natalia Ramos
Natalia Ramos

Doctora en Medicina especialista en Pediatría

Web: UCI de Pediatría de Toledo