Tiene dos años y no habla como los demás niños
"Mi nieto pequeño tiene dos años y veo que no habla como los demás que son más mayores. Dice pocas palabras como mamá, papá, agua, aquí, allí, mío pero ninguna frase. Me tiene muy preocupada ¿debo ir a un especialista?"
1 Respuesta
Neurologopeda, Maestra de Audición y Lenguaje y Maestra de Pedagogía Terapéutica
Lo primero que debemos tener en cuenta es que cada niño es un mundo; cada niño crece y se desarrolla de forma diferente por lo que es un error compararle con otros niños, especialmente si son un poco más mayores. A estas edades, una pequeña diferencia de edad de tres meses pude suponer un gran cambio evolutivo.
Uno de los elementos más importantes para que se desarrolle el lenguaje es poseer intención comunicativa, es decir, sentir la necesidad de comunicar y a partir de ahí intentar expresar lo que se necesite. En el caso que nos comentas, podemos observar que el niño sí que posee esta intención, ya que es capaz de expresar si quiere agua, si prefiere ir a un sito u otro, si quiere llamar a su mamá o a su papá para conseguir algo de ellos…
La explosión del vocabulario en el niño es inminente: en poco tiempo aprenderá cientos de palabras que le permitirán expresar frases cortas que poco a poco se irán perfeccionando y aumentando hasta formar frases completas. En el momento actual no hay ningún motivo de alarma, su nivel habla se encuentra dentro de la normalidad, aunque es necesario ir aumentando la cantidad de vocabulario que es capaz de emitir. Por ello no considero necesario que acudáis a ningún especialista, ya que el niño va evolucionando poco a poco.
No obstante, para estimular al niño a que vaya aprendiendo palabras más rápidamente, a continuación se ofrecen algunas pautas:
- Introducir alimentos sólidos en su dieta (filetes, bocadillos, comer fruta a mordiscos…), así como eliminar el uso del chupete para facilitar un adecuado desarrollo de la musculatura implicada en el habla.
- Debemos conseguir que los niños sean lo más autónomos posible, ya que esto permitirá el desarrollo de su habla para pedir y solicitar aquello que desean en cada momento. Si le damos lo que quiere antes de que lo pida estamos perdiendo una oportunidad preciosa de comunicación.
- Es importante dejarle que se equivoque, que vaya practicando cómo se pronuncian las palabras sin presiones ni correcciones por parte del adulto. Todo aprendizaje requiere un proceso.
- ¡Juguemos con el lenguaje!: cantar canciones, leer libros conjuntamente, aprender nuevas palabras, jugar a las adivinanzas, jugar al veo-veo…
- Procuraremos no entenderle siempre; es decir, cuando el niño diga una palabra mal y sepamos que la sabe decir mejor, procuraremos que se esfuerce un poco más en su emisión.
- Debemos cambiar nuestra forma de hablar con ellos ya que somos su modelo de referencia: intentaremos ser más expresivos, corregir de forma indirecta (repetir correctamente lo que el niño ha dicho, incluso introduciendo alguna palabra más a la oración), utilizar un vocabulario rico y variado e intentar no imitar su habla incorrecta.
- Nombrar los objetos del entorno. Aprovechar las situaciones cotidianas para enseñarle el nombre de lo que nos rodea: mientras hacemos la comida le nombraremos los útiles, los alimentos… Aprovecharemos la hora del baño para nombrar las partes del cuerpo, el momento de vestirse para aprender las prendas de vestir… Siempre de forma natural, asegurándonos que el niño escucha nuestras palabras.
- Muy importante es manifestar entusiasmo y alegría cuando ponga interés en hablar correctamente, ya que esto hará que vuelva a repetirse. La relación con el niño, el cariño y la afectividad son los principales canales de estimulación que puedan existir. Jugar y divertirse con el niño hará que el desarrollo del lenguaje se produzca rápidamente.
La relación con el niño, el cariño y la afectividad son los principales canales de estimulación que puedan existir. Jugar y divertirse con el niño hará que el desarrollo del lenguaje se produzca rápidamente.