¿Qué personalidad tienes como padre o madre? | Edúkame

Test: ¿Qué personalidad tienes como padre o madre?

Pregunta 1 de 9

En cada uno de los casos que te planteamos escoge una única respuesta independientemente de la edad que tenga tu hijo o hija. Es recomendable  que lo hagas dos veces.

La primera, respondiendo según tu forma de ser y hacer. Escoge con sinceridad aquella respuesta que se acerca más a tu manera de hacer. La segunda escoge la respuesta cómo reaccionaría tu pareja ante la situación. Después comparad el resultado en pareja, ¡veréis qué interesante!

Empieza ahora, responde a la primer pregunta:

Es el momento de salir de casa y tu peque de dos años no quiere ponerse el abrigo. ¿Qué le dices?

"Ponte el abrigo, sino te lo pondré yo a la fuerza. ¿Quieres quedarte solo en casa y me voy yo?"

"¡Qué día más bonito hace hoy! Seguro que estamos muy a gusto en la calle. ¿Quieres llevarte tu muñequito? (mientras le colocas el abrigo sin referirte a este)."

"No llores, cariño, ponte el abrigo. En la calle seguro que podemos comprar algo que te guste."

"Yo me voy. Si quieres, quédate ahí o ve con tu madre o padre."

Tu hijo de tres años ha decidido que no quiere continuar caminando y tenéis prisa para llegar a casa de la abuela. ¿Cómo tratas de convencerlo?

"Sé que estás cansado, mi amor, pero puedes hacerlo. Caminemos juntos dando pasos de elefante. Mira, así dan pasos ellos (haciendo de modelo, pisando fuerte y pesado). ¿A ver cómo lo haces tú? Bravo, ¡qué divertido! Ahora podemos caminar dando pasitos de hormiguita..."

"No llores, cariño, no pasa nada. Te llevaré a caballito, que falta poco para llegar"

"¡Siempre estamos igual contigo! Haz lo que quieras, yo me voy."

"Deja de quejarte tanto y camina. ¡He dicho que camines! Yo siempre tengo que caminar aunque no tenga ganas. Así que, vamos."

Es la hora del baño, pero parece que tu hijo de cuatro años se resiste... ¿Qué haces?

"Venga, cariño, a bañarte... ¡a bañarte! Ya veo que no quieres. Bueno, lo dejamos para mañana, tampoco pasa nada."

"No te bañes si no quieres, para ti harás. Quién olerá mal serás tú, a mí me da igual."

"¡He dicho que a bañarse! ¡Basta ya de tantos gritos! Si no te bañas, te quedarás sin ver los dibujos."

"Cariño, entiendo que no quieras, pero ahora es el momento de bañarse (mientras diriges su cuerpo hacia el baño). Vamos, que te ayudaré con el jabón, ¿enciendes tú el agua o lo hago yo?, ¿quieres jugar con la regadera o con el patito? (mientras diriges su cuerpo hacia el baño)."

Tu peque de 5 añitos se ha levantado un poco revoltoso y no quiere ir a la escuela. ¿Cómo lo convences?

"Te quedarás solo en casa. Tengo que ir a trabajar."

"Vaya, ya veo. Cuéntame, cariño, ¿qué es lo que te ocurre para que no quiera ir? (le das un tiempo para que el niño responda). Comprendo lo que te preocupa, juntos podemos buscar una solución (le ofreces solución si la hay o simplemente le acompañas en su emociónm, pero el niño va al colegio)."

"¡Qué dices! Aunque no quieras, vas a ir al colegio."

"¿Qué te sucede? Bueno, si no te apetece, si estás cansado... No vayas. No pasa nada por faltar un día."

Estáis en el supermercado y tu peque de tres años pide que se le compre un juguete. ¿Qué le dirás?

"¡No te voy a comprar nada! Tienes ya muchos juguetes."

"Ya tienes muchos juguetes (el niño continúa insisitiendo). ¿Qué es lo que quieres? Bueno, si te hace tanta ilusión... Tampoco es muy caro."

"Ya veo que te gusta, cariño, pero hemos venido a comprar comida y no compraré ningún juguete. ¿Me ayudas a empujar el carro? (el niño sigue insistiendo). Lo sé, cariño, pero hoy no. ¿Pones tú la leche dentro del carro? ¡Muy bien! También me puedes ayudar con las naranjas."

"¿Para qué quieres eso? No te sirve para nada."

Después de cenar, es el momento de ir a dormir; pero tu hijo de tres años decide ponerse a jugar con su maletín de médicos y sus muñecos. ¿Qué dices?

"¡Qué haces! ¡No me molestes, vete a tu habitación!"

"Deja tus muñecos, es hora de dormir. Venga, ves a lavarte los dientes y hacer pipí."

"Te gusta mucho ese juego, ¿verdad? Ya veo cómo disfrutas siendo el médico de tus muñecos. Cuando acabes de jugar, te llevaré a la cama."

"Cielo, ahora no es momento de jugar, dale las buenas noches a tus muñecos y ponlos a dormir. Tú también tienes que ir a dormir. ¿Te has lavado ya los dientes? Venga, te acompaño y haces pipí también. ¿Qué cuento quieres que te lea luego?"

La peque de la familia, de 2 años de edad, va de paseo con papá y mamá; y de repente empieza a correr hacia adelante. ¿Qué harás?

“Como ya te he explicado antes de salir de casa, cuando vas por la calle no debes alejarte de mí. Quédate cerca todo el rato o si lo prefieres, dame la mano; pero no te puedes alejar, ¿de acuerdo? Es importante que lo cumplas.”

“¡Ven aquí! (con gritos) ¡Si no me obedeces, otro día no saldrás conmigo de paseo!”

“¡Niña, ya volverás!”

(Ves cómo se aleja. Al ratito la niña se acerca para volverse a alejar corriendo.) “¡Qué bien te lo pasas! ¡Te voy a pillar!” (le dices con tono de juego).

Tu peque insiste en seguir corriendo despreocupadamente por la calle. ¿Qué le dices?

“¡Te he dicho que vengas aquí, es peligroso que corras así por esta calle! ¡Mañana ya no saldrás conmigo!” (le gritas mientras la tomas del brazo y le das una leve nalgada).

“Ya veo que no quieres atender esta norma, pero es importante hacerlo por tu seguridad. Ahora irás de mi mano todo el camino hasta que lleguemos al parque”. (La tomas de la mano pese a los lloros y resistencias de la niña)."

“Ten cuidado, cariño, puede ser peligroso correr por esta calle.”

“¡Niña, paso de ti!”

La peque, que tiene dos añitos, está oponiendo resistencia porque no quiere ir en su sillita del auto. ¿Cómo reaccionas?

Ante los lloros de la niña contestas: “¿No quieres ir en el coche? Ya veo que te disgusta mucho; pues ya iremos otro día.”

"Si lloras, no te subo en el coche. Así conmigo no vienes, te quedas en casa.”

“Ya veo que no te gusta, mi amor. Lo comprendo, pero esta sillita es lo más seguro para ti” (Le cantas una canción mientras sube a la sillita y la invitas a que haga gestos y baile: “vamos de paseo pí, pí, pí; en un coche nuevo, ¡pí, pí, pí!”).

“Tienes que ir en tu sillita. Deja ya de llorar. Si no colaboras, cuando lleguemos no jugarás."

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