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Tengo que ir al cole

Pautas que ayudan a la adaptación escolar del alumno

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Ha empezado un nuevo curso escolar y para los más pequeños es una experiencia donde sus emociones están a flor de piel.

El niño puede sentir enfado, rabia llanto, dolor, miedo, alegría, tristeza, sorpresa, impaciencia, timidez, curiosidad,... a lo largo del día y puede pasar de un sentimiento a otro en un instante. Estas reacciones son normales y es importante que la maestra esté presente para acoger al niño en estos momentos difíciles.

Así que hoy os explico algunas pautas que ayudan a la adaptación escolar dentro del aula para que el niño vaya adquiriendo seguridad en él mismo y crear un vínculo de confianza contigo,  su nueva maestra.

Entrevista inicial con los padres y el alumno

Una semana antes del inicio del curso es interesante que la maestra convoque a los padres para realizar una primera entrevista. Es un primer encuentro entre el niño, sus padres y la maestra. Además, mientras el peque juega y conoce su nueva clase los padres y la maestra realizan la primera entrevista en la que intercambian información como las características de su hijo, cómo pueden ayudar al niño en el periodo de la adaptación, el horario de la primera semana, etc.

De esta manera, el espacio del aula y la nueva maestra se convierte en algo conocido para el peque en su primer día de colegio.

Explícale que lo vendrán a buscar

Explica a tu alumno que se siente triste cuándo vendrá su mamá a buscarlo. Los niños de tres años todavía no entienden las horas pero sí que empiezan a entender la noción del tiempo, así que explica a tu alumno la organización del día y en qué momento vendrá su mamá a buscarlo, por ejemplo: "Ahora jugamos un ratito en la clase, luego almorzarás y después de jugar en el patio tu mamá te vendrá a buscar".

El peque necesita saber que su mamá volverá, que no lo abandona.

Comparte juego y mimos con tus alumnos

Propón espacio de juego con diferentes materiales y juguetes para que tus alumnos puedan jugar libremente mientras tú les observas. Además, puedes involucrarte en sus juegos, por ejemplo, métete en el rincón de la casita y pide a los niños que juegan que te hagan el desayuno. Es una manera de relacionarte con tu alumno "de tu a tu", es decir, en el lenguaje del juego.

Cristina escribió un post titulado "juega conmigo" que explica en detalle la necesidad  del niño por compartir juego con el adulto.  También valen los juegos de falda, cantar canciones y los abrazos. Así creas un clima de confinaza y complicidad entre tu alumno y tú.

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Escrito por:

Noelia Murillo
Noelia Murillo

Educadora Infantil, Maestra Educación especial y Terapeuta Gestalt