Se despierta por la noche y grita hasta que acudo

Por la corta edad de tu hijo, será muy difícl que se calme sin tu presencia. Así que lo primero que te recomiendo que hagas es que sí acudas a su llamada.

Despertares nocturnos

Los despertares nocturnos son habituales en determinadas épocas durante la infancia y es normal reclamen la presencia de mamá o papá pues por la noche el niño pequeño siente miedo a la soledad y solo calmará esa desagradable sensación cuando esté en compañia, sobre todo, de su madre o padre.

Ofrécerle un ratito tu compañía, acariciarlo, cantarle, son acciones que le ayudarán a calmarse. También le puedes ofrecer su muñeco preferido o un muñeco que tenga la misión especial de protegerlo (como teneis explicado en Los miedos en la infancia de la revista digital). Pero puede que necesite un rato largo para calmarse, lo cual resultará algo pesado para ti ti ya que seguro estarás deseando volver a tu cama.

Voz suave y poca luz

Ahora te llama gritando y no sé si es porque está asustado o porque es su manera de reclamar tu atención. Cuando acudas, le dices con voz suave, "puedes llamarme sin gritar cariño que son horas de dormir y de no hacer ruido" y le muestras como llamarte con voz suave.

Enciende un pequeña luz y tu tampoco le hables con voz fuerte así irá interpretando tus señales como que es momento de seguir durmiendo, evitando así estimularlo en exceso.

Te necesita para calmarse

Cuando te despierte a la seis de la mañana, yo te recomiendo que sí acudas y que le invites a seguir durmiendo. No le hables con voz fuerte y enciende pocas luces para que él perciba que debe seguir en la cama. Le ofreces tus carícias, tu presencia y puede que también un muñequito.

Acudes le calmas y le das tus mimos durante un ratito y luego te vas. Te volverá a llamar a los tres o cuatro minutos y tu acudes y le tratas igual de mimosa, le cantas una canción, le das mensajes positivos "estoy a tu lado, todo está bien, descansa mi cielo, este muñeco te protegerá", etc. Te vas y puede que a los siete minutos te vuelva a llamar y tu volverás a acudir.

Puede que ya no se vuelva a dormir ni tú tampoco, pero tu contacto y tus palabras lo irán calmando para que pueda ir afrontando por el solito las noches más largas.

Ofrécele seguridad

Es mejor que vayas acudiendo a cada ratito sin sacarlo de la cama hasta que tu consideres que es un hora prudencial para levantarse. Es decir, que si son las seis y media, tal vez a las siete o siete y media ya lo puedes sacar de la cuna, pero el rato de antes le has estado transmiento con seguridad y calma que no era hora aún de levantarse. 

Aunque seguramente ninguno de los dos conseguiréis dormir más tiempo, le estarás mostrando que puede superar su malestar, su inseguridad y así en un futuro próximo pueda dormir toda la noche.

Sentido común

Como no todas las noches serán iguales, ves aplicando tu sentido común para ir enseñando a tu peque a calmarse durante la noche pero sin dejarlo gritar y entiende que te necesita para consegirlo.

También ten encuenta que son aprendizajes que no se consiguen en dos días, así que durante una temporada pasarás algo de cansancio nocturno.... Así que durante el día tómate las cosas con más calma y si puedes tómate un pequeña siesta para recargar pilas.