¿Qué pasa cuándo no atendemos las peticiones de nuestros hijos? | Edúkame

¿Qué pasa cuándo no atendemos las peticiones de nuestros hijos?

Cuando les decimos NO a los hijos, les ayudamos a madurar

1

Cuando nosotros les decimos NO a sus peticiones les estamos ayudando a crecer. Les estamos enseñando que en esta vida no todo es placentero, que también hay que convivir con las desilusiones, con los chascos.

La reacción del niño/a seguramente será llorar, gritar, quejarse, enfadarse, enrabiarse. Habrá niños que lo hagan con mucho ruido, y otros, con un poco menos. Pero en general, mostrarán su disconformidad de forma inmediata e insistirán todo lo que puedan hasta conseguir lo que quieren.

Bien, pues permite que exprese lo que siente, que suelte su rabia, manifieste su enfado, llore a grito pelado pues es lo único que le queda.

No le hagas callar, tal vez porque la rabieta la hace en plena calle, porque te da vergüenza te oigan los vecinos, te de miedo te juzguen los demás. No le amenaces con "si no paras de gritar y llorar..." Déjale que exprese la rabia que le da no conseguir lo que quiere mientras tú te mantienes firme en aquello a lo que has dicho "NO".

No te enfades por su actitud (claro que hay días que no estamos para estas escenas, pero intentamos sean los menos), es legítimo que el peque reaccione así e insista con todas sus armas. Lo más importante para su madurez es que aprenda que no todo es lo que él quiere o como él lo desea y que eso duele (por eso llora, grita, patalea, muerde...). Se siente frustrado y lo muestra.

De tu respuesta, de tu reacción aprenderá muchísimo. Irá aprendiendo a convivir con los momentos desagradables, a encajar los golpes, que en la edad adolescente y adulta seguro también tendrá. De tu reacción aprenderá que sigue teniendo tu amor pese no le has consentido lo que él queria. Recuerda, que tú actitud ante su rabieta es de serenidad, dulzura y firmeza.

Le puedes explicar brevemente los motivos de tu decisión, pero no te deshagas en explicaciones ni lo intentes convencer cuándo está en plena erupción emocional. No necesitas justificarte, lo haces por su bien, y aunque no va a ser un rato agradable para ti tampoco sabes que le ayudará a crecer.

Explicaciones sencillas y sin repetirlas en exceso: -"No puedo estar a tu lado en cada momento porque tengo que hacer cosas. Pero volveré enseguida"   -"No te cojo en brazos, me duele la espalda. Tus piernas saben caminar y te ayudarán a llegar a casa"-"Ahora no puede ser la piruleta, pronto cenaremos. Tal vez otro día" etc.

Si te ha gustado compártelo... Un pequeño gesto para ti, una gran ayuda a todos.

Si crees que puede interesar a otras mamás compartelo en tus grupos de Whastapp.

Escrito por:

Cristina Garcia
Cristina Garcia

Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame

Web: Edúkame Perfil G+: ver