¿Qué le pasa a mi hijo de 8 años que no quiere escribir?
Mi hijo de 8 años, que está en tercer grado, no quiere escribir, no sé si no le gusta o qué pasa. Llega todos los días sin la tarea o con la tarea incompleta, la mayoría de las veces la maestra le escribe las cosas para que él complete.
Tiene mala caligrafía y desprolija, ya lo he llevado a la terapeuta, ha hecho terapia ocupacional (tuvo un gran avance en el primer semestre, pero en el segundo volvió atrás), ahora está con una terapeuta del lenguaje, también lo he llevado a psicopedagogas, neurólogos, etc.
El diagnóstico más acertado me ha parecido trastorno de aprendizaje no verbal, pero ya me estoy volviendo loca, ya no sé si hacerle rehacer la tarea, hacerle repetir las palabras como en mi niñez, o qué? Él es muy inteligente, la maestra de la escuela y la particular me dicen que él los conocimientos los tiene, que si le preguntan en clase sabe todo lo que le explicaron, que su único problema es que no escribe.
Desde ya agradezco su atención.
Hola!
Gracias por acercarnos tu inquietud
Yo siempre recomiendo seguir las orientaciones de los terapeutas a quienes confiaste los tratamientos y puedas volcar tus dudas en ellos.
Hay trastornos que "conviven" con cierta disgrafía, disortografía, fallas atencionales y escritura. Aquí lo esencial es comprender que más allá del tratamiento, lo importante es el esfuerzo por mejorar y los logros alcanzados, dejando de lado la comparación constante con los alcances u objetivos trazados para todos los niños de la clase.
Cada niño da de sí mismo lo que puede y con ello ya es suficiente. Como padres nos toca acompañarlos, alentarlos, valorar sus esfuerzos y procesos y acompasar sus ritmos de adquisición. Que copie o no, es un requisito escolar que bien puede modificarse a partir de orientaciones profesionales indicadas en adecuaciones curriculares o de acceso. Los terapeutas deberán acordar esto con las maestras y directivos.
A ti como madre te toca la parte más importante que es la de la contención, la del refugio ante la ansiedad y las exigencias, la de la confianza en sus posibilidades y la de brindarle la paciencia necesaria para que pueda respetar él también sus propios ritmos. Esta tarea depende solo de Ti. Eres irreemplazable. Ningún terapeuta puede lograr lo que tú con tan solo un abrazo y una mirada. Mas allá del cuaderno...de la copia y lo escolar.
Animo! si cada uno cumple su rol con eficacia, tu peque transitará la escolaridad con todo lo que necesita como andamiaje y soporte ante sus necesidades y dificultades.
¡Un abrazo!