El movimiento libre del bebé favorece su autonomía
Fomentar su movimiento
La libertad de movimientos permite al bebé aprender siguiendo su propio ritmo, su iniciativa y sus intereses. Todo ello es un elemento favorecedor y potenciador del autoestima y autonomía del niño. Así pues, el pequeño que durante su primer año de vida es mantenido la mayor parte del tiempo en posturas que no puede adoptar ni abandonar por él mismo, se siente totalmente dependiente del adulto a lo largo de este periodo.
Si está sen
tado entre almohadones y deja caer el juguete que tenía en sus manos, no podrá por sí mismo recuperarlo pues se siente inmovilizado en esta postura. Por tanto dependerá del adulto para continuar su juego y para cambiar de postura (cuando, paradójicamente, sus habilidades y capacidades motriz son cada vez mayores, pero no se le está permitiendo ejecutarlas).El niño con buena salud necesita cada vez más actividad para fomentar su desarrollo motriz e intelectual. Si está en una postura forzada por el adulto y por tanto inmovilizado, se encuentra condenado a la inactividad y la impotencia: “Estoy sentado en la sillita, trona y sólo puede mover un poco la cabeza, los brazos y piernas. Para alcanzar ese objeto que estoy viendo delante de mí necesito que mi mamá/papá me lo acerquen o que me desplacen hasta él (qué impotencia, ¿no?)”
En esta situación es normal que el bebé se sienta frecuentemente inquieto, insatisfecho y descontento. Está desmotivadoy limitado, no lo queda otra solución que pedir constantemente la atención del adulto para que le acerque el juguete o le cambie de posición. Llega un momento de que esta dependencia se hace natural para el niño. Así, el pequeño piensa y siente "yo solo no puedo, necesito del adulto para moverme, jugar, superar las dificultades, etc."
Potenciar su autonomía y autoestima
Darle al bebé el espacio adecuado (una base amplia, segura, confortable), la ropa adecuada (ancha, cómoda) para que pueda mover sus brazos, piernas, manos, cabeza, tronco, caderas, ponerse de lado, voltear, sentarse, ponerse a cuatro patas… Será la mejor ayuda que le podamos ofrecer para:
- Potenciar su autonomía. "¡Anda! Si yo sólo puedo. Si no necesito que mamá me acerque la pelota para seguir jugando. Yo solito puedo decidir hacia dónde me giro, me desplazo, cómo me coloco, qué investigo, cómo lo cojo, cuándo lo suelto, etc…"
- Favorecer la construcción de una autoestima positiva (la imagen que tendrá respecto a cómo es y lo que puede hacer): "yo valgo, yo lo puedo intentar, yo sé hacerlo, etc."
- Potenciar su propia iniciativa para probar, ensayar, repetir, equivocarse, esforzarse.
- Favorecer su buen humor.
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Escrito por:
Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame