Mi hija rechaza el orinal para hacer caca

Adriana a través de nuestro servicio de la consulta telefónica me contó su caso particular sobre su hija de tres años que no tenía problemas para hacer pipi en el váter (desde el principio rechazó el orinal), pero que en cambio la caca sólo la quería hacer en el pañal. Si no le ponía pañal la niña era capaz de aguantarse la caca por varios días (¡hasta una semana!) y claro, cuando por fin salía era un drama pues era dura y hacía daño.

-No sé que más hacer. Le aplaudo cuando hace pis, le digo que cuando haga la caca será aún más mayor pues los pañales son para los bebés, le animo, etc....

-¿Cómo te sientes ante esta dificultad de tu hija?

-Me angustia que se pase tantos días sin hacer caca. Me siento impotente pues no sé cómo ayudarla para que lo haga en el váter y deje de usar el pañal.

-¿Qué crees es más importante que haga caca a diario o que la haga en el váter?

-¡Que haga caca a diario! Además ella jamás ha ido restriñida......

-¿Tu tienes confianza en que algún día tu hija hará la caca en váter por si misma?

-Si.... claro.

-¿Está segura? ¿Tienes absoluta confianza en que tu hija será capaz de hacerlo?

-Si, claro. Es muy lista y sabe hacer muchas cosas... Sólo que no sé porque no quiere...

-Bien, pues te animo a que tu actitud a partir ahora la centres en transmitirle esta “absoluta confianza” en ella y que lo más importante ahora es que haga caca. Si ha de ser en pañal, pues en el pañal. Le vas diciendo “cariño lo más importante es que tu caca no se quede en tu barriga. Es muy importante que salga por tu culito todos los días para que tú te puedas sentir mucho mejor. Si necesitas el pañal para hacerla me lo pides y cuando estés preparada ya la harás en el váter (como la hago yo). Pero lo más importante de todo es que salga todos los días”.

La caca del pañal la tiráis al váter las dos juntas (o ella solita) con una actitud positiva y de confianza. Le vas diciendo “en el váter es donde tiene que ir la caca. Por aquí viajará por las tuberías hacia la tierra. A las cacas les gusta viajar por el váter, por eso yo la hago en el váter y el papa también... Ahora tu caca estará más contenta. Adiós caca que tengas buen viaje!”.

-¿Pero no es dar un paso para atrás si le pongo el pañal?

-Lo que dices denota una actitud rígida ante este proceso. ¿Qué es lo que te da miedo?

-Que si le pongo el pañal una vez y otra... nunca lo quiera dejar.

-Este miedo te bloquea y te hace reaccionar con rigidez y de forma exigente (inconscientemente, claro). Tu hija también tiene miedo. Su miedo es a desprenderse de su caca, de que se vaya por el agujero del váter que ella no conoce. Además percibe tu exigencia y le angustia mucho pues lo que más quiere es contentarte y al ver que no es capaz de hacerlo se bloquea. Este bloqueo lo expresa reteniéndose la caca. No es que “no quiera hacerla”, es que no puede: tiene miedo, no sabe cómo superarlo ni cuando lo hará, quiere además contentarte y no puede..... y se siente bloqueada.

Si transformas tu miedo a que no sea capaz en confianza a que sí lo hará cuando esté preparada notarás que te sentirás más relajada con el tema, más abierta, flexible, amorosa y es lo que tu hija necesita percibir de ti.

Aunque le pongas el pañal para la caca sigue dándole mensajes positivos sobre hacerla en el váter: “cuando estés preparada la harás; tu amiguita hace la caca en el váter como tú también harás, etc. Incluso pregúntale una vez al día ¿Crees que hoy puede ser un buen día para hacerla en el váter?

Como a través del escrito previo a la llamada me contó su situación familiar y cómo era la relación de la peque con mamá y papá le recomendé:

- Te recomiendo que animes al papá a que se una para transmitir esta actitud y mensajes positivos. Aunque su trabajo sólo le permita los fines de semana, la presencia de la figura paterna en este proceso es muy importante. Sería ideal que el sábado y domingo pusiera él a la niña a hacer pipi y le animara a que la caca saliera de su barriga, [...]

La conversación siguió bastante más pues la consulta duró 40 minutos. Hablamos de la importancia de la dieta para evitar cacas duras, del uso de cuentos poniendo a la niña de protagonista, de cómo seguir motivándola a través del respeto y de la confianza, de cómo su hija estaba percibiendo el  mundo emocional de su madre y padre, etc. Todo ello ofreció a la madre algunas herramientas nuevas con las que poder responder de forma diferente ante la dificultad de su hija.