Mi hija me pide llorando que no vaya a trabajar
Tengo una niña de 4 años que va al colegio y otra de 2 que va a la guardería. Su padre y yo, trabajamos los dos y una señora viene a casa por la mañana para llevarles al cole y comen allí, pero por la tarde les recogemos y estamos toda la tarde. La pequeña no dice nada, pero la mayor ha empezado a decir que no vayamos a trabajar (sobre todo a mi), que nos quedemos con ella por favor. Llora y no sabemos como convencerle para que lo entienda. Se queda llorando casi todos los días. A mi no me gustaría decirle que solo es por el dinero, sino que entienda que hay algo más. No sabemos muy bien como hacerle entender. Muchísimas gracias.
Dices que quieres convencer a tu hija para que te entienda a ti y entienda tus decisiones. Queréis hacerle entender que en la vida hay algo más.
Tus hijas son muy pequeñas y unas profesionales del mundo emocional, de la intuición y percepción. Ellas no "entienden las cosas", las sienten. Y la mayor os está mostrando cual es su sentir. Os está expresando su gran tristeza y temor.
Lo que más anhela cualquier niño pequeño es que su mamá y papá los quieran por encima de todas las cosas, y tu hija siente que no es así. Esta frase no se puede entender sólo sentir con el alma, con el corazón. No signfica que vosotros no la améis, si no que a ella no le llega así.
Si quieres ayudar a tu hija siente con tu corazón con lo que está transmitiendo. Ponte en su piel, siéntete por un momento niña de 4 años y repasa todo una día desde la mañana a la noche. Tómate tu tiempo y déjate sentir como crees se siente tu peque...
¿Cuántas horas al día está con sus papas? ¿Cómo es el rato que está con su mami? ¿Cómo se siente con respecto a su hermana pequeña? ¿Se siente amada por sus padres?
Cuando los niños son pequeños necesitan mucho de sus padres, necesitan nuestra presencia, nuestro contacto y es vital para ellos sentirse queridos. En esta vida tan estresante y loca de intentar compaginar vida familiar y laboral nos olvidamos de sentir.
Siempre pensamos, programamos, calculamos, decidimos, organizamos, y en cambio nuestros peques sólo entienden el idioma de la emoción, del sentir. Así no se puede establecer contacto real, porque los peques hablan con el corazón y los adultos con la cabeza.
Cuando llore abrazarla y no la intentéis convencer de nada pues no servirá de nada. Con el corazón podéis hablar de "siento tu tristeza.... mamá te quiere siempre y ya sé que te gustaría estuviésemos más tiempo juntas....."
"-Mira esta pequeña cajita la voy a llenar de besos. Mua, mua, mua. Este beso grande para que no te olvides que te quiero; este otro para que cuando estés tristes te calme; este otro para que sepas que siempre te llevo en mi corazón; este beso que ha salido muy ruidoso para que te haga reír en el colegio. Guarda esta cajita mágica en tu bolsillo o cartera y ábrela siempre que la necesites.
Ahora me voy a trabajar pero cuando te recoja en el colegio esta tarde me cuentas si se ha vaciado y mamá la volverá a llenar. ¡Esta será nuestra cajita mágica de los besos! ¿Me das un beso gordo? Me tengo que ir y me gustaría llevarme un beso tuyo al trabajo. Uhm... qué contenta me voy con tu beso"
Cuando los adultos nos conectamos con nuestro corazón pasan cosas.... Empezamos a ver las cosas muy diferentes.
Si por las tardes estáis ambos con ellas dedicárselas de verdad a ellas. No os ocupéis a hacer cosas de la casa, comprar, etc. Sentaros en el suelo con ellas a jugar, a abrazaros, tocaros, expresar vuestro amor con palabras y actos.
Que el baño y la cena no sea una rutina si no un momento para compartir y para nutrir el alma de vuestras hijas. No hace falta que sea todo color de rosa, mimar no significa consentir ni malcriar. Pero un enfado, un límite se puede decir y hacer también con el corazón.
Nutriros vosotros también de ellas. El tiempo pasa muy rápido y ellas os pueden ofrecer muchísimo. De corazón a corazón ellas os dirán cual es el verdadero valor de las cosas.
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