
Mi hija adoptada sufre mucha ansiedad de separación
Tengo una sola hija adoptada de 3.5 años que lleva conmigo desde los 2 años. Se vinculó rápidamente conmigo y cuando se acabó el permiso de maternidad coincidió con el principio de la guardería. Tardó tres meses en dejar de llorar como una desesperada al despedirnos y muchos más en aceptar que la dejara por las tardes con algún familiar.
Al rato se le pasaba, tanto en la guarde como en las casa y por lo demás estaba feliz, así que no me preocupaba mucho. A la vez iba regulando sus problemas de sueño y de comidas. El problemas es que al empezar en el cole todo ha vuelto al principio pero peor. Siempre está diciendo que no quiere que su madre se vaya o que trabaje. Incluso dice que quiere que se mueran todos los perritos (tengo una clínica veterinaria) o incluso los otros niños si le parecen una amenaza a sus posesiones ya sea yo o un juguete.
Cuando se da cuenta de que le voy a dejar en casa de mi madre se pone a llorar y chillar y la ultima vez casi se da de cabezazos con la pared, arañando la puerta por donde me había ido. Ya he visto que cosas puedo ir haciendo yo en vuestras consultas y guías pero no sé qué recomendarle a mi madre hacer cuando se queda sola con mi hija y se pone así. Las dos lo pasan muy mal y mi madre pierde la paciencia.

Por lo que cuentas, ante cada separación se reactualizan las primarias y esto a tu peque le implica una cuota de mucho malestar que aun no sabe cómo gestionar. Está construyendo su apego tanto contigo como tu madre y su docente y es importante que esto lo pueda vivir con seguridad y contención.
Del material que Edúkame puede ofrecerte, están las guías y actividades de período de inicio. Allí podrás encontrar el diario de emociones con claves para gestionar las transiciones y el desapego que conlleva muchas veces angustia, tristeza y “no saber qué hacer”.
Ante todo siempre VALIDA sus emociones, comprende cómo se siente y hablen de ello (proponle lo mismo a tu madre). Pueden construir un objeto transicional llenándolo que amor y sentido y que será lo que a ella le permita calmarse y esperar tu regreso. Pueden registrar sus emociones en un diario e ir anotando cómo ella va logrando permanecer lejos de ti, como va creciendo y aprendiendo a regular la intensidad de sus estados emocionales frente a las despedidas.
Recuerda estimular también su independencia y autonomía en la vida diaria, con pequeñas responsabilidades como juntar sus juguetes, vestirse y ayudar a mamá. El dormir solita también es muy importante porque permite ir marcando su propio espacio y permanencia con ella misma y en él.
Ánimo, estas enseñando a tu peque un maravilloso recurso de regulación que le servirá para cada instancia de despedida!