Las etiquetas negativas dañan la autoestima
La autoestima es la valoración que una persona tiene de sí misma. Cuando nace un niño, el principal referente para su desarrollo serán su madre y su padre. Es decir, los mensajes que trasladamos a nuestros hijos determinan en gran medida su autoestima y crecimiento personal.
Por ejemplo, si desde pequeñito le decimos a un niño o niña que es torpe o poco ágil y que no vale para hacer algún deporte, el riesgo de que esta idea se asuma sin cuestionarse es mayor que cuando somos mayores y disponemos de una más información y capacidad de análisis.
Por este motivo, durante la infancia es especialmente importante detectar y evitar el uso de estas etiquetas que puedan conllevar a materializar teorías como la Profecía autocumplida, que indica que, de tanto repetirle esa etiqueta negativa, en un futuro acabará cumpliéndose. R.Merton (1948), autor de esta teoría explica que cuando mantenemos una firme creencia respecto a algo o alguien, acaba corroborándola.
Así pues, un niño o niña de tanto oír que es torpe en un futuro no muy lejano lo acabará siendo. Son muchos los niños y jóvenes con lo que he trabajado en mi consulta que están convencidos de que son torpes y que es por ello que se caen a menudo - provocando el enfado de sus padres o las risas de sus compañaeros o se dañan sus tobillos o piernas constantemente-.
"Es que soy muy torpe", me dicen con cierta resignación. Cuando un niño de cualquier edad me dice esta frase sé que estoy ante una profecía autocumplida; por lo tanto, el niño no es realmente torpe, simplemente está respondiendo -sin cuestionarse- a la etiqueta que se le ha puesto desde bien pequeño.
Mi primer trabajo es decirles "No cariño, tú no eres torpe. En algunos momentos te caes, te resbalas o tropiezas pero eso no significa que seas torpe. Tal vez significa que vas demasiado deprisa o que debes prestar más atención en lo que haces".
Este mensaje les ayuda a que empiecen a acuestionarse si esa "etiqueta" les define realmente. "¿No soy torpe?" Me preguntan sorprendidos. "No, solo te caes o tropiezas a veces como me puede pasar a mi también y estoy convencida que tienes la habilidad para dejar de caerte". Así, al expresarle mi confianza sobre lo que es capaz de hacer, aumenta la seguridad en sí mismo y por tanto empieza a mejorar su autoestima.
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Escrito por:
Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame