¿Deben comer mucho para crecer? Creencias y prejucios.
Lo que creemos define mucho más nuestro comportamiento y la forma en la que interpretamos la realidad que la realidad misma: si mi hijo no come, yo puedo pensar que es mal comedor porque mi creencia es que los niños han de comer mucho para crecer. O puedo creer que está enfermo porque creo que cuando un niño no come es porque le pasa algo malo.
Aquí tienes un listado de las creencias más comunes, que suelen estar tras gran parte de los conflictos que los padres compartimos con los hijos en cuestiones de alimentación:
Hay que comer a horas fijas. Pese a esta recomendación tan extendida, la mayoría de los nutricionistas recomiendan hacer cinco o seis comidas al día. Así que tratar de que el niño se alimente a las 8h, las 12h, las 16h y las 20h es algo artificial que a la larga puede producir relaciones insatisfactorias con la comida.
Ponle a tu hijo en el plato lo que tiene que comer. Las peleas por cuatro cucharadas más o un filete extra transforman la comida en un espacio de conflicto y con los alimentos.
Saltos en el desarrollo. Los niños comen como lobos durante dos semanas y como pajaritos durante tres meses debido a los momentos acelerados de desarrollo físico que experimentan. Muchos niños permanecen ante el plato durante minutos y minutos porque les dicen que tienen que terminarlo todo. Así que comenzamos a poner al niño la etiqueta de que “le cuesta comer”, “no es buen comedor” o “es muy lento comiendo”.
Una etiqueta que los propios niños se creen y que llega más allá de la infancia. Seguro que conoces (o eres) uno de esos adultos que dice sobre sí mismo que es “mal comedor” o que “de niño era terrible para comer”. La obesidad infantil en España es del 25 %, con niños sobrealimentados o que consumen productos y alimentos perjudiciales.
Sigue aprendiendo más sobre la alimentación infantil y cómo hacer que coman con interés en el siguiente punto (guía educativa La comida en positivo, página 18).