La tristeza en las películas infantiles

Cuando pensamos en las películas infantiles, solemos creer que su única finalidad es entretener a través de unos personajes que se encuentran frente a un problema y cuya misión es retomar la calma y vivir felices.

Pero más allá de eso, las películas infantiles también muestran toda una gama de emociones y conflictos emocionales, que permiten a los niños conocer sentimientos que aún no han vivido, conectar con esas emociones, descubrir cómo se pueden gestionar... Y para los papás es una excelente oportunidad para hablar sobre esto con los peques y facilitar una reflexión más profunda.

Te explico esto porque pronto estrenarán una película que trata de las emociones de un modo mucho más directo: Intensa-Mente. Te recomiendo que no te la pierdas, pero mientras tanto, puedes aprovechar cualquier otra película que tu hijo ya conoce para educarle en las emociones.

En este artículo me gustaría hablar sobre la tristeza, cómo es presentada a los niños a través de las películas infantiles y cómo podemos continuar reflexionando sobre la tristeza después de haber visto la película.

La tristeza en las películas infantiles

Generalmente existe la creencia de que los niños deben ser apartados de las preocupaciones de la vida, de las ansiedades y miedos más profundos. Nada más alejado de la realidad. Descubrir la cara amarga de la vida ayuda a los niños a comprender mejor las situaciones desagradables que, lamentablemente, se irán encontrando y les ayuda a aceptar esta realidad. Ahora bien, la forma en que les presentamos estas situaciones será lo que marcará la diferencia entre un aprendizaje útil y una experiencia traumática. Por eso las películas infantiles son la mejor opción para descubrir estas emociones.

La tristeza aparece en la mayor parte de películas infantiles de Pixar y Disney. Ya sea provocada por la muerte de un ser querido (Bamby, El Rey León, Up...), por la separación de dos personajes (Buscando a Nemo, Toy Story...) o por la dificultad de encontrar su sitio en el mundo ( el patito Feo, Wall-E, Brave...).

Lo interesante de estas películas es que no se centran únicamente en esta emoción sino que, como en la vida misma, un sentimiento se entremezcla con muchos otros, se presenta con sus matices, evoluciona y se transforma gracias a la relación del protagonista con los demás personajes y se presentan distintas formas de afrontar esa emoción.

Para los niños, la tristeza es una emoción conocida: ya han sentido esa emoción en distintos grados. Por eso, ver como sus personajes preferidos también se sienten tristes les ayuda a aceptar este sentimiento como algo normal y cotidiano, algo que todos sentimos. Pero lo más interesante es que les permite empatizar con los demás cuando sienten esa emoción y estar más receptivos a ofrecer apoyo cuando ven a otra persona triste.

Los niños aprenden a consolar y a animar a los demás a través del aprendizaje de lo que han visto en sus películas favoritas, y de la misma manera aprenden a buscar ayuda y a expresar sus sentimientos cuando son ellos los que se sienten tristes. Por último, aprenden que la tristeza es un estado momentáneo, que viene provocado por una situación concreta y que se puede calmar con el apoyo de los demás y con acciones que permitan cambiar esa situación.

¿Como utilizar las películas infantiles para hablar sobre la tristeza?

Si quieres hablar sobre la tristeza con tus hijos, la mayoría de películas te lo van a poner muy fácil. Después de ver la película puedes retomar las escenas clave y hacer preguntas sobre esa emoción:

• ¿Qué le ha pasado?
• ¿Cómo crees qué se siente?
• ¿Cómo lo expresa?
• ¿Qué hace para sentirse mejor?
• ¿Qué hacen los demás para que se sienta mejor?
• ¿Cuándo deja de sentirse así?

Estoy segura que sus respuestas te van a dejar con la boca abierta, descubrirás que tus hijos saben mucho de esas emociones y te permitirá enriquecer su forma de entender dichas emociones.