De padres asertivos hijos asertivos
Para poder enseñar a nuestros hijos asertividad, es fundamental aprender nosotros primero y saber ponerlo en práctica en nuestro día a día y en especial en la comunicación con ellos, de esta manera tomarán ejemplo de sus padres, los mejores modelos que puede tener.
Si tú eres asertivo, tu hijo también
Antes de ofrecer indicaciones para enseñar asertividad a los más pequeños, dejamos primero algunas ideas que indirectamente se convertirán en la mejor orientación para vuestros hijos:
- Permítete expresar tus sentimientos, cuanto menos los reprimas y más te familiarices con ellos, más fácil te resultara reconocerlos y gestionarlos. Si tú te permites esa expresión y se la permites a tu hijo, él tomará ejemplo.
- Para aceptar los sentimientos que provienen de tus hijos, debes aceptar los tuyos también, empieza por no juzgarte a tu misma y será mucho más fácil no hacerlo con tu hijo.
- Di claramente lo que quieres y lo que necesitas, no hay mejor forma de facilitar el reconocimiento de tus deseos que expresándolos.
- Aprende a decir no a los demás y a tu hijo. Si no sabes decirle no a él, quizás el tampoco aprenda a expresar sus propias opiniones con los demás.
Ayúdales a relacionarse
- Como hemos comentado en los puntos anteriores, es primordial ofrecerle a tu hijo un ambiente de comunicación y confianza en el que se sienta seguro para expresar sus opiniones sin sentirse juzgado o ridiculizado. Dale oportunidades de hablar, respeta su tiempo en las conversaciones. No le cortes si dices algo con lo que no estás de acuerdo, escúchalo y corrige cómo lo ha dicho si lo ha hecho de una forma inapropiada, pero no el contenido.
- Ponle límites, puesto que un niño con límites es un niño seguro. Si conoce los límites puede utilizarlos el también en su vida y con sus iguales, el también podrá ponerlos con los demás.
- Permíteles expresar lo que no les gusta pero enseñándoles a hacerlo desde el respeto, puesto que la verdadera educación no consiste en que los niños estén callados y no digan lo que les molesta, si no en decir lo que les desagrada pero sin faltar el respeto a nadie.
- Es importante que el niño adquiera capacidad de decisión desde un criterio propio, nosotros podremos contribuir a su desarrollo si le permitimos decidir por el mismo cómo solucionar sus problemas, por ejemplo ofreciéndole diferentes alternativas y dejándole a él decidir la que crea más conveniente.
- Frente a un problema ayúdale a analizar la situación. Hablad sobre qué ha pasado, cómo se ha sentido y qué cree que se podría hacer para solucionarlo comentando diferentes alternativas.