¿Qué hacer cuando un niño tiene miedo?
A lo largo de la infancia los niños van pasando por diferentes etapas y con ellas por diferentes miedos. Son miedos evolutivos que suelen ser poco intensos y no durar demasiado en el tiempo, aunque a los niños les parece que lo sienten de forma muy intensa y a los padres nos parece que esta temporada nunca acaba. Por eso en Edúkame hemos diseñado contenido específico para ayudaros a superar esta etapa, la caja Edukabox sobre los miedos infantiles.
Antes los miedos típicos de la infancia podemos tener en cuenta una sencillas pautas y aplicarlas en muchas situaciones:
- Ante todo no dejarle solo cuando esté temeroso o tenga miedo. Escucharlo y respetar lo que dice el niño, pues para él es un sentimiento muy real y que le hace sentirse mal.
- Validar sus sentimientos ayudándolo a que se de cuenta que es natural sentir miedo y preocuparse por las cosas. Le puedes trasmitir tu seguridad de que lo que ahora le parece terrorífico y amenazante él puede vencerlo y lo hará con tu ayuda y amor y cuando se vaya haciendo más mayor.
- Ante el miedo a los monstruos puedes buscarlos con él por el armario o debajo la cama. Que él vea que no están y para que le le ayude aún más, le ofreces un dibujo o muñeco protector. Los cuentos sobre este temática también son un buen recurso, como ¡A dormir MONSTRUO!
- Si pide la luz encendida, o la puerta abierta mejor hacerlo ya que lo pide porque se siente amenazado. Mejor no hacer de esta petición un asunto de madurez, porque le asustaría aún más. Y cuando consiga superar este miedo ya no necesitará la luz encendida, por lo que será un logro para irle recordando de cómo fue capaz de superar su miedo a la oscuridad.
- Buscará tu protección, tu cobijo. Ofrécele tu apoyo e incluso permite que retroceda un poco y que se muestre dependiente, que vuelva a ser un poco más bebé hasta que se sienta capaz de vencer sus temores: acurrucarlo como cuando era más pequeño, cogerlo en brazos, cantarle hasta que se duerma, acompañarlo a los sitios, etc. No temas que no se volverá dependiente permanentemente. En momentos que veas que ha estado sin miedo o que sus temores no le han bloqueado, lo mejor es reforzarlo por su valentía y por ser un “niño grande”. A los niños les gusta crecer y ser grandes y que sus padres valoren sus pequeños logros. De esta forma, llenando su miedo de amor y destacando sus pequeños logros el niño encontrará herramientas para gestionar su miedo.
- Hablarle de lo que puede estar sintiendo o puede estar pasando: entiendo te asuste una situación nueva, te asusta estar solo sin mamá ¿verdad?, te da miedo ir a la pediatra porque temes te haga daño etc. En esta ocasión puede ser útil este cuento Cuando tengo miedo. Y tambien explicarle cómo serán las nuevas situaciones que va a vivir o cómo serán las experiencias que no le gusta: como ir al pediatra, ir al colegio, etc.
- Antes el miedo a la separación, ofrecerle muñecos, rituales que le puedan ayudar en la despedidas, o cuando vaya a sitios desconocidos, o al médico.
- Asegúrale al niño que es normal tener miedo, que tu a esa edad también tenías miedo y explícale lo que hacías para superarlos (cantar, contar en voz alta, cerrar los ojos y pensar en cosas divertidas, imaginarte que todo era de color blanco, etc.)
Cuando vaya superando sus temores (que será a un ritmo lento) házselo notar de manera que pueda ir aprendiendo sobre su éxito. Siempre que nuevos miedos surjan se le puede recordar al niño como venció sus antiguos temores, y por tanto, trasmitirle la confianza que con este nuevo también será capaz de superarlo.
Lo que nunca se debe hacer
- Utilizar sus miedos para controlar su conducta o como motivo para castigarlo; "si no comes vendrá el coco y se te llevará; si no te duermes te apago la luz o te cierro la puerta; si no te tomas la medicina mañana vamos al médico a que te pinchen, etc.…."Además de ser cruel es un método insuficiente pues no ayuda al niño a saber que puede vencer su miedo, ni le ayuda a saber cómo hacerlo.
- Negar su sentimiento: ¡qué tontería!, ¡pero si no pasa nada, no lo ves! , ¡seras tonto, pero como puedes tener miedo a eso! Son expresiones que pretenden anular lo que le niño siente, aumentado aún su inseguridad e incluso bloqueo.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
- Si los temores de un niño, o el miedo en general, empiezan a invadir el estilo de vida del niño,
- Si los miedos duran un período muy largo de tiempo y son muy intensos,
- Si afectan a su capacidad para relacionarse con los demás, se debe buscar ayuda. Estos miedos puede ser la manera en que el niño esté pidiendo ayuda.
Sigue leyendo para saber más sobre los miedos infantiles.
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Escrito por:
Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame