Cómo vencer las dificultades del proceso de separación madre e hijo
Respetar el proceso de tiempo que madre e hijo necesitan para construir su separación desde lo emocional, es decir, respetando los procesos internos de miedo, angustia o estrés que puedan aparecer, es el único camino que existe para conseguir que ese proceso sea respetuoso. Obvio, ¿verdad? Sin embargo, este proceso puede verse obstaculizado.
Los obstáculos
Uno de los obstáculos principales y más habituales es la prisa que generalmente el contexto nos exige para separarnos.
Un reflejo de esto son los periodos de adaptación de las escuelas, si los hay, que habitualmente están organizados para y desde las necesidades de los adultos y no las de los niños;.
Y otro, los consejos bienintencionados que instigan a la madre para que se marche cuando el niño no se da cuenta, sin despedirse, o a que se escabulla para no ser vista por él, pensando que de este modo el niño sufrirá menos si, total, cuando se da cuenta de que ya no está la madre y llora, enseguida se le pasa. Por supuesto que se le pasa, el niño es un superviviente, pero ¿y el impacto emocional que no se ve?
El impacto emocional que provocan
El impacto emocional cuando ocurre esto para el niño que lo necesita es la sensación de abandono y temor porque está experimentando que la persona que más ama y necesita en la vida puede desaparecer en cualquier momento, sin previo aviso.
Cuando estamos con alguien que amamos, como adultos, ¿cómo nos sentiríamos si desapareciese esta persona sin decir nada? Probablemente habría momentos de miedo, enfado y tristeza.
El impacto emocional para las madres que quieren acompañar el proceso de sus hijos es el sentimiento de culpa por no poder respetar este proceso que intuyen o sienten que su hijo necesita cuando esta exigencia viene de fuera o de traición cuando se van sin haberle dicho nada.
Todo lo anterior entorpece el proceso natural de la separación. Nadie mejor que una madre conoce a su hijo en lo que necesita y en el modo de acompañarle por momentos difíciles, solo hace falta buscar y, por qué no, exigir entornos que proporcionen a ambos tiempo y respeto.