16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación

En 1979 la FAO eligió el 16 de octubre como el Día Mundial de la Alimentación para concienciar a las poblaciones sobre el problema alimentario mundial. Nosotros desde Edukame queremos aprovechar este día para hablar de la alimentación en la edad escolar.

Una buena alimentación durante la etapa escolar permite la formación de buenos hábitos para toda la vida.

Claves para llevar a cabo una alimentación correcta

• Los padres debemos decidir qué, dónde y cuándo comen los niños.

• No hay que forzar a los pequeños a comer más si dicen estar satisfechos.

• Hacer de la mesa un momento de encuentro, sin que haya distracciones como por ejemplo la televisión.

• El amenazar al niño con castigos o premios si come o no, solo sirve a corto plazo, hay que tratar de concienciarle de los beneficios que tendrá para él el llevar una alimentación sana.

• Como os hemos dicho en otras ocasiones los padres somos un ejemplo para nuestros hijos, si tú comes pescado, tu hijo lo comerá, si no tomas fruta, él tampoco querrá.

Aspectos primordiales de la alimentación durante la etapa escolar

• Desayuno: debe llevar algunos alimentos básicos como cereales, lácteos en forma de leche o yogur y alguna pieza de fruta. Es recomendable que para realizar esta comida se dediquen al menos unos 20 minutos.

• Tentempié de media mañana: si el desayuno en casa ha sido correcto al niño le bastará con un yogur o una pieza de fruta. Prepáraselo en una bolsita de tela o plástico con una notita de cariño “Espero que te guste”.

• El menú escolar, bien sea el que dan en el colegio o el que le prepares tú en un táper, además de nutricional debe ser educativo y variado, tu hijo no debe rechazar nuevas texturas o sabores.

Los alimentos a lo largo de los cinco días de colegio se deben dividir del siguiente modo: verduras dos veces por semana, un día legumbres y los otros dos pasta o arroz; dos o tres días pescado, el resto carne o pollo; de postre fruta o lácteos.

• Meriendas: no abusar de la bollería envasada, un trocito de bizcocho hecho por ti es más saludable y lleva más cariño que cualquier otro que vendan en el supermercado.

• Las cenas no deben relegarse a segundo plano y solucionar con un tazón de cereales con leche o un sándwich, de esta forma se convertirán en cenas rápidas, hipercalóricas y desequilibradas. Planifícala como complemento al menú del medio día.

Y si te cuesta concienciarle de la importancia de una alimentación sana, como por ejemplo el “¡Quiero comer como los mayores!”, que ayuda al aprendizaje de utilizar los cubiertos y comer solo en la mesa. O  el “A comer”, que enseña las rutinas a poner en práctica antes de sentarse a la mesa; lavarse las manos, poner la mesa, sentarse bien…

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