Cuándo y cómo debería decírselo
Estoy embarazada de 16 semanas de mi segundo hijo o hija, y hasta ahora su padre y yo hemos considerado no decirle nada a nuestro peque de 3 años porque: “aún no se entera” , “es muy pronto”, “se le hará muy largo”,... y un sinfín de cosas más con la justificación de protegerlo. ¿Protegerlo? ¿pero protegerlo de qué, me pregunto ahora? Y mientras digo esto puedo oir mi propia voz en off diciendo: ”...de mis miedos, de mi propio susto... de si mi embarazo no avanza...”
Mis miedos
Sí, digo bien, de mis miedos, no los de él. No contarle que espera un hermanito o hermanita cuando él ya lo sabe instintivamente, es proyectar mis neuras en él e infravalorar sus propios recursos emocionales y la libertad que él siente para expresarlos.
Porque desde su Yo Emocional, él sí sabe que mamá espera un bebé, y me lo ha dicho de varias formas en estos cuatro meses. Me lo ha dicho con una broma, a veces poniendo crema a mi barriga, o muy sutilmente diciéndome una noche “mami, yo tengo un bebé en mi barriguita”. Me está pidiendo a gritos que le explique que mamá está embarazada, que le tengamos en cuenta como un miembro más de la familia, conocer que está pasando en estos momentos de nuestras vidas y, porqué no, como están mis miedos y mis ilusiones,... ¡¡y no me he enterado, soy yo la que desde mi propia preocupación no se ha enterado y no él!!
Me entero de todo
A veces creemos que un niño por ser pequeño no se entera de lo que ocurre a su alrededor, o estamos tan ciegos con nuestros propios temores y tan interesados en protegerlos, como me ha pasado a mí, que nos olvidamos de que esos seres pequeños que tenemos en casa tienen vida propia, emociones sentidas y con derecho a expresar, y sobre todo, que forman parte de nuestra familia, y como tal se les ha de tener en cuenta. Hoy puedo darme cuenta de esta vivencia gracias a la devolución amorosa de una muy buena amiga, que además me ha regalado un precioso cuento infantil Espero un hermanito ideal para leerlo junto con mi peque, que pasa las hojas y abre las solapas con mucha ilusión de ver lo que le muestran los dibujos, osea, de ver lo que hay dentro de la barriga de mamá.