Muerte o enfermedad de nuestra mascota | Edúkame

Muerte o enfermedad de nuestra mascota

¿Debemos explicarle que está enfermo o que ha muerto?, ¿mejor protegerle del dolor?

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Cuando tenemos animales en casa, sea del tipo que sea, los niños los toman como parte de la familia: se sienten un poco papás, un poco mamás o como un hermanito mayor con ellos. Por eso la pérdida o enfermedad de ese animal puede suponer un mal momento para los más pequeños de la casa, igual que para los adultos.

¿Qué debemos hacer? ¿Debemos ser sinceros y explicarles todo lo que pasa? ¿Debemos protegerlos contándoles otra cosa para evitar ese sufrimiento? ¿Pueden o deben acompañarnos al veterinario? ¿Tienen que despedirse de sus animales? Estas son algunas de las preguntas que recibo frecuentemente y que espero poder resolver en este post.

Necesitan despedirse

Los niños, por pequeños o grandes que sean, tienen derecho a tener toda la información, a pasar el proceso, y a despedirse de su mascota si finalmente ésta muere. Lo que sí debemos tener en cuenta es la manera en que vamos a explicarlo, en función también de la edad de los niños. Si el pequeño tiene 3 o 4 años, podemos explicarle que “está malito”, sin entrar en más detalles, y si tiene 9 o 10 años podemos dejar incluso que nos acompañe al veterinario para que éste, de primera mano, le explique qué le pasa a su mascota y que van a hacer con ella (una operación, una cura, etc.).

Es muy positivo para ellos formar parte de los cuidados especiales que deba tener el animal, para que sienta que forma parte, y recordar tener en cuenta los sentimientos o emociones que está sintiendo al ver así a su querido amigo. Pasemos tiempo con ellos, hablemos sobre el tema, preguntemos cómo están, cómo ven a su animal, y sobre todo, qué podemos hacer para que se sienta mejor. Es su proceso, propio y único, igual que lo pasamos los adultos y deben poder elegir cómo quieren que les acompañemos y como quieren acompañar ellos a sus animales: cambiar el sitio de dormir de ese animal, darle de comer con la mano, jugar o no jugar con él, si nos quiere acompañar o no al veterinario, etc.

Acompañarles en el duelo

Si el final de ese proceso de enfermedad acaba en la muerte del animal, lo sepamos antes o no, también debemos decírselo a nuestro hijo, y sobre todo, que viva su duelo como lo sienta y como quiera. Nuestra misión en estas situaciones es simplemente acompañarles y apoyarles, y validar su emoción.

El duelo es un proceso normal, que ocurre siempre en nuestras vidas, y lo vivimos ante una pérdida, como la de un ser querido. Los niños pueden mostrar tristeza, llanto, pocas ganas de hacer cosas después de la muerte de un animal querido para ellos, rabia o culpa, y estas son emociones habituales frente a una pérdida.

Podemos proponer a nuestros hijos una despedida a nuestro compañero doméstico, con un dibujo, una cena especial que le dedicamos, o revivir momentos felices juntos que hayamos vivido con ellos. Son algunas maneras de despedirnos, ya que es importante decir adiós, hacerlo consciente.

Hay tantas maneras de vivir un duelo como personas existen, así que no existen fórmulas mágicas, más que amor, cariño y comprensión, tres ingredientes que sin duda ayudarán a que tu hijo se sienta acompañado.

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Escrito por:

Marta Gascón
Marta Gascón

Psicóloga infantil y juvenil

Web: MIM Psicología