Mi hija solo se comporta mal conmigo
Ayuda, tengo una niña de dos años y es hija única, soy divorciada, trabajo de 8am hasta 5pm de lunes a viernes solamente, pero ella se está comportando mal solo conmigo que soy la mamá.
La cuida la abuela (mi mamá), con ella es amor y buen comportamiento, pero llego yo y cambia, se hace malcriada no quiere hacerme caso en nada y se comporta mal solo conmigo todo el tiempo hasta la hora que se duerme.
Yo cuando se porta mal no le hago caso, le digo que cuando se calme hablamos así no te haré caso, y ella se calma por momento ahí la cojo, le doy amor. Ella parece entender pero a los pocos segundos vuelta a empezar por lo mismo u otra cosa. A veces pienso que no me quiere mi hija, le doy amor, trato de tener paciencia pero a veces me rindo y no sé que hacer.
¡Ayuda! Me siento desesperada, es muy caprichosa y rebelde pero sólo conmigo con el resto de personas no.
Imagino lo difícil que debe ser vivenciar tu situación. CALMA, nunca dudes que tu peque te ama. Tú le has dado la vida, la has llevado en tu vientre y deben darse tiempo para seguir construyendo ese vínculo tan especial
Quizá tu peque se porte así porque aun no encuentra otras maneras de hacerlo contigo. Pienso que es necesario que puedan darse momentos intensos de encuentro juntas y sin otras personas cerca, para continuar construyendo el vínculo y fortalecerlo.
Por lo que cuentas son bastantes las horas que pasas fuera de casa. Aunque estés en el trabajo intenta continuar la comunicación con ella, llámala por teléfono, envíale alguna foto o audio por el móvil, dile que la extrañas y que deseas pasar tiempo con ella. Recuerda que esos tiempos juntas necesitan de ser calidad y juego . Conversa con los adultos que la cuidan para que respalden y se pongan de acuerdo en las mismas pautas de comportamiento para tu peque.
Está bien que ignores su comportamiento disruptivo, no obstante muéstrale contención validando sus emociones. Es probable que su modo de expresarlo no sea el adecuado pero esta queriéndote decir que necesita de tu atención, tus abrazos y presencia. Los niños perciben por todos los poros de su piel las emociones y a los dos años aún no saben cómo gestionarlas. Por ello, intenta ir más allá del “ruido” de sus berrinches para atender lo que esta “debajo” de ellos, que es su necesidad de estar tiempo contigo o demostrarte su descontento o su dolor por no poder estar todo el tiempo que ella desearía.
Riega tu relación con los siguientes ingredientes: juego, cosquillas, muchos besos y abrazos y sobre todo felicítala cuando su comportamiento es el adecuado. Dile lo feliz y orgullosa que te sientes de ella, cuando se comporta según lo acordado. Busca momentos de intimidad con ella y sondea sus gustos, intereses y necesidades para vincularte también desde ellos.
¡Animo!. ¡La maternidad es un aprendizaje constante!