Mi hija nos interrumpe constantemente
Mi hija tiene 2 años y medio y no puedo mantener una conversación con mi marido, por ejemplo, sin que ella vaya interrumpiendo de cualquier manera. No sé como hacerle comprender que debe respetar las conversaciones y que no siempre tiene que ser ella el centro de atención, porque aunque intentas ignorarla ella no para hasta que consigue sacarme de mis casillas ¿Cómo puedo actuar?
Tu consulta es un claro ejemplo de la importancia de ir definiendo límites. Tu peque necesita ir aprendiendo que no en todo momento se le puede atender de manera exclusiva, debe ir aprendiendo que en su vida hay “noes” y que en su vida no es todo placentero.
Este aprendizaje no será nada fácil de integrar para una niña de dos años (ni de un año, ni de 3, ni de 4 años..) porque una característica principal del pensamiento infantil (hasta los 6 años) es su egocentrismo, es decir, todo gira alrededor de ellos, todo es para ellos y por ellos, y además quieren que todo sea de forma inmediata. Te explico esto para que entiendas que enseñarle a tu peque a esperar su turno para ser atendida y que lo respete será el resultado de un proceso que te llevará un tiempo largo.
Imagino te saca de tus casillas porque tu crees que con tantas veces que se lo has explicado ya debería de hacerte caso. Pues no es así exactamente. Debes seguir haciendo lo mismo una y otra vez, dándole siempre la misma respuesta ante el mismo hecho (no atenderla mientras hablas con papá o con otra persona). Así que no pierdas los nervios, sino más bien todo lo contrario “paciencia, constancia y pocos enfados”.
¿Cómo poner este límite?
1. Transmite el mensaje de forma clara y contundente (sin chillar, ni amenazar, ni enfadarse). Le miras a los ojos y le dices “ahora estoy hablando con el papa (o por teléfono, o con la abuela.), y no puedo escucharte. Pero cuando acabe estaré por ti.
2. Ante este “no te atiendo” tu hija se puede enfadar, chillar, llorar, quejarse (y por tanto su enfadado puede que no te deje seguir conversando). Permítele que muestre su queja, es la reacción más natural a su frustración y tu procura ignorarla. Si su rabieta es muy escandalosa puedes cogerla y apartarla de donde estáis. Eso sí, la apartas sin enfado y sin decirle un discurso amenazante. Simplemente dile con un tono muy natural “entiendo te disguste y enfade cariño. Ahora necesito hablar con papá y cuando acabe estaré por ti”. ¡Y no hace falta que le digas nada más! Ningún discurso de: estoy harta que siempre es lo mismo… Ya te lo he explicado mil veces y ….. Es que no entiendes lo que te digo…. Estos discursos empeoran las cosas.
Se trata de decir “ahora no” desde una autoridad basada en la confianza y en el amor. El enfado, el chantaje, los discursos amenazantes forman parte de una autoridad basada en la rigidez y el miedo.
3. No pretendas estar hablando con tu marido un largo rato. Tras 5 minutos en los que ella ha respetado el “ahora no puedo estar por ti” (aunque haya sido lloriqueando), vas en su busca y le dices “ya he acabado de hablar , ahora SI puedo estar por ti”.
4. Esto lo tendrás que hacer en muchísimas ocasiones, y seguramente algunas en el mismo día pero si siempre le das el mismo mensaje a tu hija, y luego SI le ofreces tiempo y dedicación, verás como conforme vaya creciendo las muestras de enfado serán menos e irá aceptando que tu estés hablando con otras personas y no estés por ella (10 minutos o más).
5. La seguridad y confianza que tú le transmites en este mensaje la harán sentirse querida y le ayudarán a madurar sintiendo también más confianza en ella misma.
6. Recuerda: sé coherente con su corta edad y no pretendas estar en una larga conversación . El “ahora no” debe ir acompañado más tarde de “ahora si”. Y ten muy presente que este aprendizaje durará unos años, pero tu misma podrás ir comprobando la evolución.