Mi hija me insulta
Mi hija de 4 años se dirige a mi diciéndome tonta, estúpida, idiota; y tal actitud la refuerza cuando hay terceros con nosotros. Probé la indiferencia pero redobla la apuesta. Si la disciplino, arma un berrinche terrible y no puedo encontrar la causa de esta actitud. Tengo un bebé de 8 meses, ¿puede estar relacionado? ¿Cómo puedo bloquear este tipo de comportamiento?
Los insultos en los niños, a la edad de cuatro años, forman parte del afán por conseguir más poder y control sobre su vida. Cuando los niños pequeños descubren que las palabras pueden tener un efecto espectacular tanto en sus padres como en sus semejantes, pueden convertirlas en armas arrojadizas. Pueden usar los insultos con el propósito de hacer daño a otros niños o para desafiar o mostrar su poder a sus padres o maestros.
Los insultos también son una forma de expresar enfado. Al igual que el enfado lo pueden expresar de forma más corporal con llantos, gritos, pataletas, rabietas, etc. Tu hija puede que esté expresándote sus celos, su enfado por la llegada de su hermano pequeño que ahora impide que tenga toda la atención en exclusiva de sus padres.
El enfado es una emoción humana normal y saludable siempre que se canalice como es debido, y es más perjudicial reprimirlo que exteriorizarlo. Cuando tu hija te arma el berrinche también está expresando su enfado y es mejor así que con insultos.
La clave está en lo que hagas tú cuando tu hija se comporte así.
Comprender que tu hija está enfadada te puede servir para que la ayudes a expresar de forma más saludable su enojo, sus celos (que están tapando su inseguridad porque te necesita mucho y teme perder tu amor). Pero debes marcar los límites de forma clara con respecto a la manera de hacerlo. No le sueltes un sermón, no la amenaces, ni te enfades con ella. Pocas palabras y acciones claras surtirán el efecto deseado.
Explícale de forma clara y serena (sin chillar) que insultar no es una forma correcta ni eficaz de conseguir lo que se quiere; insultar hace daño y a ti no te gusta que te traten así: “yo no te insulto, ni te digo palabras feas que hacen daño. No me gusta que me trates mal así que cuando cambies de actitud te podré atender”. Si sigue con los insultos, la llevas a un sitio a parte y le pides se quede allí (1 minuto). “Tus palabras hacen daño quédate aquí y cambia de actitud”. Si se queda llorando, pataleando, gritando, etc. Permíteselo. Necesita sacar la rabia que siente y es mejor así que insultando o pegando a los demás.
Ves a buscarla al cabo de poco con una actitud abierta, amorosa (sin rencores, sin discursos, sin enfados). Arrodíllate, mírala a los ojos y dile: “¿nos damos un abrazo? Las dos nos hemos tratado mal y no ha sido agradable. Te quiero cariño, no lo dudes, y creo que tu actitud me dice que estás enfadada, ¿verdad?” Deja que ella te exprese lo que quiera (hablando, con gestos, con silencio…).
Siempre que te insulte actúa así y si hay terceras personas la coges a parte (no delante de los demás) y le dices que no te gusta que traten así, que te está haciendo daño, y si no para la apartes un poco del grupo para que se calme. Tendrás que actuar así durante un tiempo largo (meses), hasta que tu peque integre tus límites y vaya sacando su enfado de otra forma. Te recomiendo que leas la guía educativa Límites, ¿desde el amor o el miedo?, te será muy útil para resolver algunas dudas concretas que puedas tener y orientar tu actitud para resolver esta situación que tanto os está trastornado ahora mismo.
Por otro lado, creo es tan importante que le marques límites como que la animes, alimentes, la abraces, la felicites, la observes en momentos que sí hace cosas bien (o simplemente las hace). Necesita muchísimo tu atención en positivo, que le muestres tu amor. Y creo que tanto enfado se puede deber a que no se siente atendida, querida, valorada, mimada como ella necesita por sus padres.