Me siento mal cuando tengo que separarme de mi hijo | Edúkame

Me siento mal cuando tengo que separarme de mi hijo

Sentimos que abandonamos o traicionamos a nuestros hijos cuando nos vamos

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Para aquellas mamás que alguna vez hemos sentido que traicionamos o abandonamos a nuestros hijos cuando nos vamos.

Comienzo aclarando que aunque hable aquí de mamás, cualquier figura de apego que tenga el niño puede sentir exactamente lo mismo, pero me voy a centrar en la madre porque es la figura de apego natural para el niño y la que frecuentemente suele vivir las separaciones del hijo con mayor carga emocional.

La separación madre-hijo: una realidad

Partir de la realidad de que las separaciones forman parte de la vida es un comienzo duro de aceptar cuando la que se separa de su hijo es una y ve como éste se queda llorando, inconsolable, mientras es una misma la que cierra la puerta. Sí, es un momento duro el de la separación, en especial, cuando el vínculo madre-hijo está bien consolidado y el niño siente que con quien mejor está es con mamá y la mamá siente que con quien mejor está el niño es con ella.

La separación puede ocurrir porque es la mamá la que se tiene que marchar, ya sea por decisión propia o por necesidad, para trabajar o hacer cualquier otra cosa y el niño ha de quedarse en la guardería o al cuidado de un familiar o conocido, o porque es el niño el que ha iniciado la escolarización y, con o sin periodo de adaptación (mejor con él), es la mamá la que ha de irse. El caso es que ese breve espacio de tiempo que tarda en pronunciarse la palabra adiós o hasta luego puede vivirse de muchas maneras.

Quiero referirme en este post a todas las mamás que, en alguna ocasión, hemos dudado sobre si estamos respetando las necesidades de nuestros hijos, dudas sobre si los pequeños están preparados para separarse de nosotras, si la separación que estamos haciendo es lo suficientemente buena, dudas sobre si estaremos pensando más en nosotras que en ellos, en definitiva, dudas que nos han ayudado a sentir que estábamos abandonando o traicionando a nuestros pequeños.

Estar atentas a las señales

Es posible que algunos lectores piensen que hablar de traición o de abandono es demasiado o que no hay que darle tantas vueltas a todo o que los niños se adaptan a cualquier cosa o que hay madres que pecan de sobreprotectoras… pero lo cierto es que independientemente de las situaciones, que las hay muy variadas, estos sentimientos existen en no pocas madres y para ellas va mi reconocimiento por su predisposición para estar atentas a las señales propias y del niño. Y al decir "señales" me refiero a gestos, palabras, miradas, comportamientos, emociones, sentimientos, intuiciones...

Para mí, y de ahí mi reconocimiento, tan solo el hecho de plantearse estas cuestiones invita a tener más conciencia sobre nuestro papel en esos momentos difíciles y, por tanto, a asumir nuestra responsabilidad para iniciar la búsqueda de alternativas que nos hagan a ambos el proceso de separación más amable.

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Escrito por:

Ana Arribas
Ana Arribas

Pedagoga y coach especialista en inteligencia emocional

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