La intimidad y los tocamientos en la infancia | Edúkame

La intimidad y los tocamientos en la infancia

Aprendiendo sobre sexualidad en la infancia

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Desde bien pequeños debemos enseñar a nuestros hijos el concepto de intimidad y privacidad.

Es bueno y necesario para su buen desarrollo sexual, social y emocional, que nuestros hijos sepan que no todas las cosas se hacen en público, o delante de demás personas aunque sean familiares cercanos, ni aunque estemos en casa. Como por ejemplo, cuando vamos al váter a hacer pipi o caca nos gusta hacerlo en privado y por ese motivo solemos cerrarnos la puerta; o cuando nos duchamos también nos gusta hacerlo sin tener las miradas de los demás.

La intimidad y privacidad para el buen desarrollo sexual

Para explicarle sobre la intimidad es bueno decirles que hay momentos en los que uno desea estar solo para hacer cosas tranquilamente como tal vez bailar sin ser visto por nadie, o estar un momento a solas concentrado en nuestras cosas, o como cuando papa y mama cierran la puerta de su habitación porque desean estar solos, o el ejemplo del cuarto de baño citado anteriormente.

El niño primero debe conocer el concepto de intimidad (conforme se lo vayamos explicando y demostrando lo irá entendiendo con la práctica cotidiana) y después se le deberá indicar qué cosas debe hacer en intimidad y privacidad, como por ejemplo sus tocamientos.

La intimidad: protección y cuidado

Cuando encontremos al niño tocándose sus genitales en el sofá del comedor, no debemos actuar con censura o enfado (¡qué haces! ¡ahí no te toques!); si estamos en casa, con calma le invitaremos a que se vaya a su habitación por dos motivos:

  • Para enseñarle que es algo que no debe hacer en publico. De esta forma él no molestará a nadie (como pueden ser los abuelos o posibles visitas) pues no todos se sienten cómodos con este tipo de juegos y  por tanto, lo más adecuado es hacerlo en privado.
  • Y para enseñarle a cuidarse, pues así nadie le puede dañar a él o a ella con comentarios despectivos sobre sus juegos pues no todo el mundo está preparado por su educación para tratar estos temas.

Así pues al enseñarle el concepto de intimidad e invitarle a que lo hago en privado, le estás enseñando a cuidarse y además lo estás protegiendo de que le hagan daño (aunque sea sin voluntad de dañar, como puede ser el comentario "inocente" de la abuelita o la canguro que lo está cuidando).

Si no estás en casa, puedes distraer su atención para que se concentre en otra cosa, pero te aconsejo que aproveches la mínima oportunidad para enseñarle cuál es el lugar adecuado para sus juegos de exploración.

Respeto por su cuerpo en todo momento

Este espacio de intimidad y privacidad se lo podemos ir enseñando a nuestros niños con nuestra actitud y reacciones en situaciones cotidianas.

Por ejemplo, cuando el niño pide que quiere hacer pipi o ducharse con la puerta cerrada. Si son niños muy pequeños, a veces no se suele tomar en serio estas peticiones y con ello estamos perdiendo oportunidades de oro de enseñarles a cuidarse desde el respeto y la privacidad.

Lo mismo ocurre cuando un niño pequeño nos pide desvestirse pero sin que nadie le vea. Debemos atender esta petición y procurarle la privacidad que pide, pues necesita este respeto por su cuerpo,  además de estar aprendiendo lo que es la intimidad, privacidad el cuidado y la protección.

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Escrito por:

Cristina Garcia
Cristina Garcia

Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame

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