La elección del disfraz por parte del niño no es al azar

Estamos en pleno carnaval, una época alegre y divertida donde reina la fantasía, el colorido en la ropa y en la cara.

Son unos días ideales para convertirse en aquello que no eres. ¡Esa el magia del carnaval!

A los niños a partir de los 3 años les suele gustar disfrazarse, incluso escoger sus propios disfraces. Escoger qué me pongo en la cabeza, cómo me pinto, que no me pongo. Cada una de estas elecciones los adultos las hemos de escuchar y respetar, pues es una buena herramienta que está usando el niño para crecer interiormente.

En carnaval puedo ser lo que necesito o deseo

El disfraz permite ser por un día un personaje que no eres pero que deseas. Que deseas en su totalidad o sólo por algún detalle.

El niño que se disfraza de Spiderman por un día se siente como él: fuerte, ágil, listo, héroe. Y ese día, su interior, se siente más fuerte o más seguro pues tiene la magia y el poder de ese personaje. Cualidades que admira porque tal vez él todavía no se siente así, pero le gustaría.

Esa es la magia del carnaval y para disfrutarla los niños no necesitan ir con todo el equipo puesto, pues un simple sombrero, o la cara pintada, o el pelo peinado de otra forma es suficiente para que ese niño se sienta diferente y represente por un día un personaje que él ha escogido.

El poder del personaje disfrazado

Esta semana con los niños que estoy trabajando en la consulta terapéutica me cuentan sobre sus disfraces.

Un niño de 10 años me dijo ayer que se iba a disfrazar de mafioso. – Me voy a poner un sombrero que me tape la mitad de la cara, una chaquelo negro, y llevaré una pistola de mentira. -¿Y como hacen los mafiosos, cómo miran, cómo tratan a los demás?-. Mirándome de forma desafiante, me dice - los mafiosos tratan mal a la gente porque son malos, tienen poder, roban, engañan y usan la pistola si no les obedeces. Pero yo no soy así, solo iré disfrazo de eso mañana.- Guau! Vas a ser un mafioso malísimo y con esa mirada de mafioso todos van a temblar.

Su elección no fue al azar. Es un niño inseguro, que le preocupa mucho el rechazo y se desvive por hacer las cosas bien siempre. Con él estoy trabajando que explore su lado no tan bonito que existe en él, pero que silencia haciéndose daño, y su miedo a que le hagan daño. De momento, para explorar su lado malo necesita salirse de él y hacerlo a a través de un personaje ficticio. Pero es un buen paso.

La elección del disfraz no es al azar

Una niña de 5 años me contó que se iba a disfrazar de hada. - ¿Qué te gusta de las hadas? -Que son muy guapas y pueden hacer magia con su varita. - ¿Qué magia vas a hacer tu? - Aún no lo sé pero será muy importante, además mi madre me va a dejar maquillarme. -¿Y te gusta? - Síiiii. Pero ella nunca, nunca me deja pero como es carnaval me va a dejar pintarme los ojos, la boca y también las uñas como ella. - Qué guapa vas a estar!

A la mamá de esta niña le indiqué permitiera a su hija se disfrazara de lo que ella desease y le apoyara en su decisión con todo. En carnaval todo está permitido. Y esta niña necesita sentirse guapa, sentirse querida y admirada y necesita sentirse cerca de su madre (tanto que quiere pintarse como ella). Va a disfrutar teniendo toda su atención y admiración. Otra elección que no fue al azar.