Hoy se ha hecho este impresionante descubrimiento
Un importante estudio británico señala que hablar mucho a los niños puede convertirles en cabezones.
El estudio asegura que en los primeros años el cerebro tiene capacidad de crecer hasta tres veces más si hablamos demasiado al menor. Aconseja no hablar más de 2500 palabras por hora para no provocar una sobreestimulación del crecimiento del cráneo. El viejo dicho de "poner la cabeza como un bombo" al parecer es real.
Las autoridades inglesas preocupadas por el problema han tomado cartas en el asunto, y han encargado al MIT (Instituto tecnológico de Massachusetts) desarrollar una aparato que controle la cantidad de palabras que se habla a los pequeños.
Fruto de este encargo han desarrollado, en tiempo record, el "densitómetro verbal", un aparato sencillo que cuenta la cantidad de palabras/hora que emite su dueño, avisando mediante una alarma si sobrepasa los limites razonables.
El gobierno británico proveerá a todo el personal docente en colegios y guarderías de estos aparatos para evitar "tener en el futuro una población de cabezudos", según declaraciones del ministerio de salud.
A la derecha un prototipo del aparato que estará en breve disponible a un precio aproximado de 35€.
EDICIÓN DE ÚLTIMA HORA:
Por si no te habías dado cuenta es 28 de diciembre. ¡Feliz día de los inocentes! :)