Dice que sus amigos le llaman feo y que nadie lo quiere

Es un buen momento para que ayudes a tu hijo a que se forme una imagen positiva de él mismo, y para que le empieces a transmitir el valor que lo más importante viene desde dentro de uno mismo, y no desde fuera (es decir, de lo que opinen o digan los demás).

Pero este aprendizaje necesita tu actitud amorosa y tu guía durante una larga temporada, además unos cuentos y algunas pautas te pueden ayudar a cultivar esta importante semilla.

Cosas que me gustan de mi

Comparte con tu hijo un ratio para hacer un lista que se titulará "Cosas que me gustan de mi". Empieza explicándole y anontando las cosas que te gustan de ti misma: de tu cara, de tu cuerpo, de tu pelo, de tu forma de ser, de tu forma de sentir, etc. Luego anímalo para que te diga qué cosas le gusta de él mismo. Si te dice solo una o dos, no te preocupes pues es lo normal la primera vez que haces este listado.

Puede que por su corta edad no sepa decirte qué le gusta de sí mismo y se haga un silencio. Entonces le puedes decir dos o tres cositas que a tí te gustan de él (pero no las anotes, pues en ese listado debe constar lo que él te vaya diciendo ya ese en ese momento o en otros que retomes este sencillo ejercicio).

Aprovecha otros momentos para preguntarle a papá, a los abuelos o las personas queridas del entorno familiar "¿Qué te gusta de....? Para que tu hijo puede escuchar cómo sí es valorado por las personas que él más quiere, algo que le ayudará muchísimo para empezar a construir una buena imagen de él mismo.

Lo más importante es que tú sepas que no eres feo

Otro mensaje positivo que le puedes ir transmitiendo durante una larga temporada y en diferentes momentos es que no es tan importante lo que los demás opinen de él, sino lo que él mismo se diga y vea de sí mismo.

No importa si los demás te dicen feo, lo más imporante es que tú sepas que no eres feo.  Cuando yo he trasmitido este mensaje a un niño pequeño me lo he llevado ante un espejo de cuerpo entero y mientras se miraba le preguntaba:

- ¿Tú que ves?

- ¡Pues a mi!

- ¿Ves a un niño feo? (aquí puede no haber respuesta o puede responder que sí contaminado por la influencia de su entorno).

- Yo veo un niño con una carita muy linda y muy especial pues nadie más la tiene igual que la tuya. Con unos ojos redondos de color negro que son capaces de ver mil cosas, con una nariz pequeña y muy bonita que puede oler todos los olores del mundo, unos labios rosados que son capaces de dar besos muy gordos,  unos dientes blancos porque se nota que te sabes cuidar y lavártelos todos los días, unas orejas perfectas y que son capaces de oir hasta el más pequeño sonido.  ¿Has visto estos brazos y manos? ¡Guau!, son fuertes y súper flexibles. ¡Mira cómo se mueven! Tus manos tienen una piel morenita y muy suave. Aquí dentro de tu pecho se escucha tu corazón. Un corazón muy especial pues es capaz de dar mucho amor. Un corazón que también necesita recibir mucho amor, sobre todo de ti, así que dale muchos besitos que se lo merece pues es el corazón de un niño hermoso. Yo te ayudo ( y le empiezo a dar  besos en el pecho).

Las primeras veces que lo hago suelen retirarse del espejo al segundo besito que les doy en el pecho.  Pero como es un mensaje que voy repitiendo en diferentes momentos y días, las siguientes veces hasta ellos mismos se dan los besitos en el espejo.

No repito el mensaje siempre igual, todo depende de cómo esté el niño o niña en ese momento, y también de lo que yo perciba. Pero lo principal es transmitirle que "lo más importante eres tu mismo y lo que tu opines de ti y lo que tú te quieras". Y es un mensaje que yo voy transmitiendo a edades muy tempranas.

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