Cómo enseñar a tu hijo a superar sus miedos
Una buena manera de ayudar a un niño a que exprese su miedo es dibujándolo. Al dibujar aquello que le da miedo lo está expresando y sacándolo de su cuerpo.
Este dibujo puede ser como el niño quiera y variará en función de la edad del niño y de cómo quiera hacerlo
- Puede ser un dibujo de garabatos, o de algunos pocos puntitos o algunas pocas líneas (niños muy pequeños)
- Puede ser un dibujo con formas sin definir, pero que para el niño tienen sentido (niños entre 3 y 5 años)
- Puede ser un dibujo con formas definidas, con objetos o cosas si el niño ya tiene más de 5 años
Hemos de evitar descalificar o juzgar su dibujo, ya que lo más importante no es el resultado del dibujo ni que tenga sentido para nosotros. Lo más importante es que el niño sienta que lo que está haciendo le va a ayudar a sentirse mejor con nuestra ayuda. Y la principal ayuda que le estamos ofreciendo es que pueda expresar lo que le hace sentir mal y le hace sentir miedo en su cuerpo.
Este dibujo se puede proponer hacer en el mismo momento en el que el niño nos explica que tiene miedo a algo, o en otro momento recordando un miedo anterior. Por ejemplo, el miedo que tuvo durante la noche a un monstruo o ruido; el miedo que tuvo en el colegio, el miedo que tuvo en el cine, etc…
Hojas para dibujar
Ofrecerles hojas especiales para dibujar el miedo, (como las que hay en el número de Los miedos en la Infancia.)
Estas hojas especiales para el miedo les hace sentir que es importante lo que van a hacer, sienten que realmente les va ayudar, y además, estamos acogiendo su emoción con respeto, ofreciéndole ayuda y protección. Si no tienes esta caja, no importa, puedes hacer servir cualquier hoja en la que el niño pueda dibujar.
Le puedes animar y acompañar con mensajes del tipo: dibuja como tu quieras, no hay prisa te puedes tomar tu tiempo, yo estoy a tu lado para acompañarte, usa los colores que te ayuden a sacar tu miedo tal vez el azul, o el rojo, el negro... Es tu dibujo y lo haces como tú necesites.
Son mensajes que le van a ayudar a sentirse respetado, y a nosotros nos van a ayudar a tener en cuenta que lo más importante es el proceso del dibujo y no el resultado.
Da igual dibujen algo concreto como un fantasma, como un tachón de color negro, como todo puntitos y lineas. No hemos de juzgar ni descalificar su dibujo. Todo lo que ha dibujado el niño vale, sea bonito o feo, sea grande o pequeño, sea abstracto o definido. Todo vale.
En el dibujo proyecta sus miedos
Una vez que lo ha dibujado el miedo ya no está dentro de él. Al dibujarlo lo que ha hecho es proyectar su miedo en el dibujo. Le explicaremos al niño que el miedo que sentía está ahora en el dibujo y que ya ha salido de él
Tras dibujarlo le podemos enseñar al niño a recuperar su seguridad y su poder. Le propondremos diferentes acciones para que él escoja lo que desea hacer.
¿Qué quieres hacer con el miedo?
Mira cariño, tu miedo ya no está dentro de ti lo has sacado fuera de tu cuerpo y ahora que está fuera de tu cuerpo... ¿qué quieres hacer con él?
Puedes:
- Pisarlo (lo tiras al suelo y saltas fuerte encima de él)
- Arrugarlo,
- Tacharlo,
- Romperlo en trocitos,
- Tirarlo a la basura,
- Arrugarlo como una pelota y luego meterla dentro de la caja de los miedos
Con estas acciones el niño siente que recupera poder sobre él mismo y recobra así un poquito de seguridad, aunque sea por unos pocos momentos... Pero suficiente para que vea que cuando se siente mal, él puede hacer algo para sentirse mejor, y así gestionar sus emociones.
Le estás enseñando que puede superar sus miedos
Con el dibujo y las acciones posteriores le estarás enseñando al niño que él puede superar sus miedos (fomentado su autostima) que hay soluciones ante sus problemas y que tú se las estás mostrando para que las vaya aprendiendo durante su infancia.
Son estrategias educativas que le ayudarán a ir conociendo sus miedos, a ir regulando su intensidad, a saber que él puede gestionar sus miedos y al ir practicando durante la infancia será una buena base para su vida adolescente y adulta. Eso sí, siempre necesitará tu apoyo y seguirá reclamando que estés cerca de él cuando tiene miedo, sobre todo si es menor de 6 años. Este recurso irá haciendo efecto con su uso conforme el niño vaya creciendo y con tu amor.
Es feliz quien sabe expresar y gestionar su miedo
No es feliz quien no tiene miedo, sino quien sabe cómo expresarlo y gestionarlo sin que le bloquee, o le dañe interiormente, o dañe a los demás. Esta estretegia se puede usar tantas veces como sea necesario y sin límite de edad, incluso en adultos es una herramienta útil. Y recuerda que es un aprendizaje de largo recorrido.
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Escrito por:
Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame