Cómo sujetar en brazos a un recién nacido | Edúkame

Cómo sujetar en brazos a un recién nacido

Coger en brazos al bebé es ofreceler calor, seguridad y protección

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coger al bebé

Si habéis sido padres recientemente seguro que habéis sentido temor al cogerlo en brazos, su tamaño y su fragilidad os habrán impresionado y hayáis temido hacerle daño o que se os escurriera de las manos.

Aunque el instinto maternal os hará vencer estos miedos, nosotros os vamos a dar unos consejos prácticos que os ayuden a coger en brazos a un bebé recién nacido.

Especial atención a la cabeza

Es importante cuidar la manera con la que se coge en brazos al recién nacido, porque su organismo es muy delicado y requiere suavidad en los movimientos y sobre todo atención con la cabeza.

Los recién nacidos no sujetan bien la cabeza hasta que tienen varios meses de edad, ya que carecen de fuerza en los músculos del cuello.

Manera correcta de sujetar al bebé

Tanto la cabeza como el cuello y el tronco del recién nacido carecen de fuerza muscular para sostenerse, por lo que el bebé se deberá coger siempre con los dos brazos al mismo tiempo.

Debéis colocar el brazo paralelo al cuerpo del bebé antes de levantarlo, sujetando por detrás, desde las nalgas a la cabeza. Las piernas tienen suficiente tono y no hace falta sujetarlas.

Con la otra mano se debe sujetar la parte alta de la espalda junto con el cuello y la cabeza, de manera que la parte posterior de la cabeza descase en la palma de la mano.

Tu voz y tu calor le dan seguridad

Levantarlo lenta y suavemente, para que no tenga sensación de caerse; hablarle suavemente, como un susurro, pues oir vuestra voz le dará mucha seguridad.

Acercarlo a vuestro cuerpo para que se sienta más seguro. Vuestro calor corporal o incluso oír los latidos de vuestro corazón le harán sentirse protegido y seguro.

Pasos para dejarlo en la cuna

Igual de importante es actuar con delicadeza cuando lo levantas que cuando lo depositas de nuevo en la cuna, por ello cuando vayas a acostarlo inclínate lo más posible sin despegarlo de tu cuerpo hasta el último momento y sin dejar de sujetarle el tronco y la cabeza.

Al soltarle debe de apoyar primero el culete y luego el resto del cuerpo, por último la cabeza que la tendrás sujeta en todo momento con la mano hasta que esté completamente tumbado.

Y recuerda siempre cuidar la higiene y la temperatura de las manos de quién lo coge, siempre se ha de tener las manos limpias y que no estén frías o mojadas.

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Escrito por:

María Nuez
María Nuez

Madre que habla a otras madres de igual a igual.

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