Corregir sin dañar la autoestima de los niños | Edúkame

Corregir sin dañar la autoestima de los niños

Debemos enseñarles lo que no es correcto sin dañar su valía ni el concepto de sí mismo

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Es importante que los padres enseñemos a nuestros hijos qué es lo correcto de lo que no lo es. Esta orientación educativa debemos hacerla desde el cariño y con respeto, pues de lo contrario podemos dañar la autoestima de nuestros hijos.

Son muchos los niños con padres cuidadosos y delicados que tienen una autoestima baja porque cuando reciben una crítica o corrección tienen la tendencia a pensar que son malos. Aunque lejos de la intención de los padres, es fácil que el niño sienta y piense me riñen porque soy malo, me ha salido mal porque soy tonto o malo, dejando estos sentimientos una huella negativa en la imagen que tienen de sí mismo y de su valía.

Por ello es tan importante que los padres corrijamos y guiemos en positivo cuidando así la autoestima de nuestros hijos.

Durante todos los años de la infancia encontraremos muchas situaciones en las que se den errores, caídas, malos comportamientos, etc.; situaciones en las que los padres debemos enseñar o corregir desde lo positivo y con cariño.

Cinco pasos para corregir en positivo

Por ejemplo, mamá está leyendo un cuento a su hija María y ésta no para de interrumpir. Mamá le corrige pero sin dañar la autoestima de su hija, y lo hace siguiendo estos pasos:

1.    Le describe la conducta no correcta: "Me has interrumpido tres veces".

2.    Le da una razón para que cambie su comportamiento: "Si me interrumpes no puedo seguir contando el cuento".

3.    Reconoce sus sentimientos o motivos: "Sé que tienes ganas de hacer preguntas", “comprendo que estés alegre y excitada porque es un momento que te encanta”.

4.    Le expresa de forma clara lo que se espera de ella: "No vuelvas a interrumpir hasta que termine" o “Cuando termine me haces preguntas y hablamos de lo que necesites, mientras escucha el cuento en silencio”.

5.  Lo confirma mirándola a los ojos y esperando su afirmación:  “¿De acuerdo cariño?

La conducta puede variar o seguir igual

Una vez está la corrección hecha, formulada de tal forma que estamos potenciando su cambio de conducta sin dañar su autoestima, el proceso puede continuar de diferentes formas:

María deja de interrumpir y se concentra en la lectura del cuento. En este caso, al finalizar su madre debe de valorar  positivamente que no ha interrumpido más y que ha sabido estar en silencio y escuchando:“ Cariño has sabido estar en silencio, ¡te felicito!” ,”Te he notado concentrada escuchando el cuento, ¡te felicito! Ha sido muy agradable contarlo sin interrupciones”.

María vuelve a interrumpir. En este caso se puede optar por recordarle la importancia de no interrumpir, y seguidamente, anunciarle la consecuencia que habrá si decide seguir así. Para recordarle basta con formularle una pregunta:  "- María, ¿recuerdas lo que te he dicho sobre las  interrupciones?  Y le anuncias la consecuencia "– A la siguiente interrupción dejaré de leer el cuento pues no se hace agradable ¿Lo has entendido?"

Consecuencias no dañinas sobre su manera de ser

Si ocurre, debe interrumpir la lectura sin enfadarse, ni criticarle, ni darle ningún tipo de mensaje negativo. Simplemente, se deja de leer el cuento tal y como se había avisado que pasaría. Es suficiente para que María aprenda que su comportamiento tienen consecuencias sin que ello implique recibir mensajes dañinos sobre su manera de ser, perjudicando así su imagen o valía.

Este último punto es el más difícil, pues de forma casi espontánea los padres tienden a corregir resaltando la crítica o lo negativo con frases  o actos que dañan poderosamente su valía o forma de ser y sentir .

Por ejemplo diciéndole: eres una tozuda, eres un desastre, lo haces mal, otra vez interrumpiendo no sabes hacerlo mejor,  nunca más te voy a leer un cuento, paso de ti,  otra vez igual, etc...

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Escrito por:

Cristina Garcia
Cristina Garcia

Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame

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