Descubre porque la educación emocional es tan importante
La educación emocional resulta de gran utilidad en la mayoría de situaciones cotidianas ya que nos permite resolver conflictos, lograr lo que queremos, ser más felices y hacer más felices a los que nos rodean. De hecho, cualquier situación complicada se puede reconducir si hacemos un buen uso de las emociones.
¿Cómo me puede ayudar la educación emocional?
- Frustración: Cuando un niño aprende a aceptar sus emociones y a gestionarlas adecuadamente, la frustración que experimenta ante el fracaso es menor, ya que entiende que ese sentimiento es natural, acepta el fracaso como parte de su aprendizaje y como una oportunidad para hacerlo mejor en el futuro.
- Baja autoestima: La educación emocional ayuda a los niños con baja autoestima a expresar más abiertamente sus sentimientos y a aceptarse tal como son, aprenden a pensar en si mismos de una forma positiva y a confiar en su valía.
- Problemas de socialización: Los niños con alguna dificultad en sus habilidades sociales se benefician de la educación emocional al aprender a tener en cuenta sus sentimientos y los de la otra persona en sus relaciones. Su empatía y su forma de comunicarse mejoran enormemente.
- Conflictos familiares: La educación emocional permite a los miembros de la familia conocerse mejor y tener en cuenta los sentimientos propios y de los demás. De esta manera la comunicación mejora y las discusiones pasan a convertirse en conversaciones que buscan el bien común.
- Desmotivación: Cuando un niño está desmotivado es porque no se ve capaz de lograr lo que se le pide o porque no ve equilibrio entre el esfuerzo que conlleva y el beneficio que obtiene. En estos casos, la educación emocional le ayudará a creer en sí mismo, a lograr sus metas y ser más consciente del enriquecimiento y la felicidad que le proporciona conseguirlo.
- Bulling: En los casos de bulling existe una víctima, un agresor y unos cómplices. Pues bien, todos se pueden beneficiar de la educación emocional: la víctima aprende a hacerse valer y expresar sus sentimientos abiertamente. El agresor aprende a empatizar con la víctima y se da cuenta del daño que le está ocasionando. Los cómplices se hacen conscientes de la situación y aprenden a mediar en el conflicto para acabar con él.
- Resignación: La educación emocional permite mirar más allá de nuestras limitaciones y ayuda a cuestionar los pensamientos derrotistas para centrarnos en nuestras posibilidades. Aprendemos a gestionar nuestras emociones de modo que nos sea más fácil alcanzar el objetivo.
- Discriminación de género: Ser conscientes de que todos somos seres únicos, válidos e independientes pasa por haber aprendido a valorarse a si mismo y a los demás. Quien recibe una educación emocional lo sabe muy bien y difícilmente discriminará a otras personas o permitirá que le discriminen.
- Falta de autonomía: Para que un niño sea autónomo necesita verse capaz de lograr es hito, sentirse amado y amarse a sí mismo. La educación emocional permite ahondar en estos aspectos y lograr la seguridad y confianza necesaria para ser autónomo.
- Falta de diálogo: Cuando no hay comunicación, no podemos expresar nuestros sentimientos ni conocer los de la otra persona, no podemos resolver los conflictos y estos se van haciendo cada vez mayores. Aprender a comunicarse y a escuchar desde el corazón es algo que se logra a través de la educación emocional.
- Sensibilidad moral: La moral de los niños va evolucionando a lo largo de una serie de etapas y todas ellas necesitan la educación emocional para pasar a la siguiente fase, porque gracias a la inteligencia emocional nuestras acciones cada vez son más respetuosas hacia los demás y hacia uno mismo.
- Violencia escolar: Cuando los niños utilizan la fuerza para conseguir lo que quieren es porque no conocen otros medios mejores. Educándolos en las emociones logramos que los niños aprendan a expresarse de forma asertiva, indicando lo que necesitan y lo que sienten con facilidad, y les ayudamos a buscar alternativas a la violencia que les hagan sentir mucho mejor consigo mismos.
- Rendimiento académico: Cuando un niño se siente capaz, motivado y feliz aprende mejor y se esfuerza más. Con la educación emocional le ayudamos a valorar sus puntos fuertes, aceptar sus limitaciones y centrarse en aquellas emociones que le permiten superarse.
- Educación en valores: Los valores que queremos compartir con nuestros peques se aprenden a través de las relaciones cotidianas y de la reflexión que hagamos después sobre los sentimientos que se han despertado. Si conocemos bien nuestras emociones y hablamos abiertamente de ellas con los niños, les ayudaremos a compartir y creer firmemente en esos valores.
Como ves, cualquier situación se puede resolver o mejorar cuando usamos nuestras emociones, por ello invertir tiempo en desarrollar la inteligencia emocional es uno de los regalos más grandes que podemos ofrecer a nuestros peques. Les estaremos ayudando a hacerse valer y a respetar a los demás, pero sobre todo les estaremos dando las herramientas para conseguir lo que deseen.
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Escrito por:
Psicóloga infantil, especialista en e-learning (educación y TIC)
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