El juego, herramienta vital para el niño
El juego es una herramienta vital para el niño porque le ayuda a poder entender y comprender las cosas que pasan a su alrededor.
Además, para los niños jugar es una buena ayuda para aprender a manejar sus emociones. Emociones que sienten de forma muy intensa durante todo el día y variadas pues pueden pasar del amor al enfado en cuestión de 2 minutos y todas ella necesitan tener una vía de salida sana, es decir, sin dañar a nadie ni a él mismo.
Cuanto más pequeño es el niño, más necesario será el uso del juego y más importante será esta herramienta en su vida.
Así un niño o niña que juega a médicos, no solo lo hace para divertirse sino que lo hace para entender mejor su realidad, es decir, comprender mejor lo que hacen los médicos, para qué sirve, por qué lo hacen, y sobre todo le permite vaciar y expresar las diferentes emociones que le provoca ir al médico él o alguien de su familia.
El juego, una ayuda emocional
Como está jugando el niño decide lo que necesita y quiere hacer, así que si decide pegar a su muñeco, tratarlo de forma grosera, o clavarle la aguja muy fuerte hasta que el muñeco se queje y llore, seguramente será una secuencia sanadora para el niño y lo ideal es hacerlo con sus muñecos y juguetes y no con su hermanito o amiguito. Ideal en cuanto a liberador y sanador.
Hay padres que me cuentan asustados escenas como estas o parecidas: juega a estrellar violentamente sus coches, juega a inventarse brutales explosiones, a pistolas y a matar, a pisar a sus muñecos, a mandarles todo el tiempo etc.. Creen que si el niño es violento en el juego es una muestra de algo malo.
Respetar el juego del niño
Después de hablar conmigo no solo se quedan más tranquilos, sino que descubren cómo observar a su hijo para comprenderlo mejor y a respetar sus juegos como espacios de liberación emocional. Observar a un niño mientras juega es como observar una radiografía, pero formar parte de su juego es aún mejor.
El niño pequeño no es dueño de la palabra, pero si de la acción. Es decir, como aún no tiene habilidades de pensamiento ni (muchas) verbales, no sabe expresar ni decir lo que siente. No lo sabe decir con palabras. Pero en cambio, el niño pequeño sí es dueño de la acción, si sabe expresarse a través de su conducta, su cuerpo, sus gestos, sus movimientos. Y esta acción también la está usando constantemente en sus juegos.
Su valor terapéutico
Cuando trabajo terapéuticamente con niños el juego y los dibujos son las principales herramientas por las que el niño me muestra cómo es, como siente, qué le preocupa y en qué nivel de maduración está.
En mi consulta el niño juega y yo juego con él. Yo no observo desde la distancia, yo me convierto en un elemento más del juego que él me propone, y así, en su mismo lenguaje le ayudo a sosegar su mundo interior.
Como me enseñaron mis maestros de Gestalt infantil, entrar en el juego del niño es como entrar en un sueño y yo soy una parte más de ese sueño.
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Escrito por:
Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame