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Adolescentes desafiantes

Cómo actuar cuando tu hijo adolescente se rebela

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Los adolescentes a menudo sienten la necesidad de rebelarse contra lo establecido. Es una forma de definir su identidad y de poner a prueba su propia opinión y su capacidad de crítica. En cierta medida esto es positivo para su desarrollo hacia la etapa adulta. Pero cuando se lleva al extremo, se convierte en una situación incómoda e incluso peligrosa para las familias.

Por muy comprensivos que seamos con sus opiniones y sus quejas, jamás podemos permitir faltas de respeto, manipulación emocional y mucho menos violencia física o verbal.

Ante este tipo de comportamientos, hay que saber frenar y demostrar con firmeza que esa actitud no se va a permitir bajo ningún concepto. 

Pautas para evitar comportamientos desafiantes

  • No grites. Si entras en su dinámica con más gritos, la discusión cada vez será más intensa. Además, interpretará que comunicarse así es lo normal, ya que tu también lo estás haciendo. Lo mejor es que ante sus gritos, simplemente digas confirmeza: “No me hables así. No pienso tolerar que me grites”.

  • Abre una nueva vía de comunicación para solucionar los problemas. Por ejemplo, puedes acordar con él/ella un día a la semana para que pueda expresar lo que no le parece bien y que ese sea un momento de debate y de negociación. Eso sí, las normas de esa reunión deben ser claras: ni se grita, ni se exige. Se habla con calma y se intenta llegar a acuerdos desde el respeto y la comprensión mutua.

  • Si no hay tiempo para negociar y él/ella está incumpliendo la norma o te está amenazando con que se la va a saltar, avísale que eso le va a traer consecuencias. A partir de ahí, deja que haga lo que le parezca -siempre que no haya peligro-. Si quiere seguir adelante y saltarse la norma, reflexiona sobre la consecuencia más adecuada y se la comunicas al día siguiente. A veces, el simple hecho de ver que no cedes, ni te alteras, ni entras en su juego, es suficiente para que deje de desafiar la norma.

Por otro lado, en los momentos de calma también hay mucho por hacer. Debemos preguntarnos si le estamos sobreexigiendo demasiado, o todo lo contrario, si estamos siendo demasiado permisivos. Ambos extremos son perjudiciales, el primero por exceso de límites y el segundo, por su ausencia. Entonces, deberíamos plantearnos qué normas son realmente imprescindibles y cuáles son negociables.

Como poner normas a un adolescente

Lo ideal es no tener más de 5 normas imprescindibles. Estas normas son las que velan por su seguridad y por su éxito como persona. Todo lo demás se puede llegar a negociar e incluso se le puede dar cierta libertad al adolescente para que explore los límites y elija sus preferencias.

Eso sí, sean cuales sean las normas imprescindibles que habéis decidido, el adolescente debe conocerlas de la forma más concreta posible. La norma no puede ser “ocuparme de mis estudios”, porque jamás os pondréis de acuerdo en qué significa exactamente eso. La norma debería ser algo así “dedicar cada día 1 hora como mínimo a hacer deberes, estudiar, repasar ejercicios…”

Una vez que la norma está clara, también se debe explicar la consecuencia que tendría su incumplimiento.

En conclusión, aprovecha que ya tiene edad suficiente para comprender los motivos que hay detrás de cada norma. Haz que comprenda los valores que le estás transmitiendo, esos valores que por nada del mundo vas a permitir que pierda, pase lo que pase y sea quien elija ser.

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Escrito por:

Irene Seguranyes Ventura
Irene Seguranyes Ventura

Psicóloga infantil, especialista en e-learning (educación y TIC)

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