El resfriado, una enfermedad común en los niños
Es una infección que afecta a las vías respiratorias altas, es decir, nariz, garganta (faringe y laringe) y/o tráquea. Generalmente son causados por virus, el cual va a producir una inflamación local y/o generalizada, de la cual va a depender la sintomatología.
Cuando la inflamación afecta a la mucosa nasal va a existir congestión nasal y aumento de la producción de moco (rinitis), cuando la inflamación se localiza en la faringe el niño se quejará de dolor de garganta (faringitis), si es en la laringe (laringitis) el niño presentará tos perruna, afonía y un ruido al respirar que llamamos estridor (ruido inspiratorio que se produce cuando existe cierto grado de obstrucción en la laringe y/o tráquea).
Es frecuente, que exista cierto grado de inflamación generalizada, por lo que el catarro suele acompañarse de febrícula y/o fiebre. Cuanto más pequeño sea el niño, más frecuente es que el niño acatarrado tenga fiebre. Ver artículo de la fiebre.
¿Quién causa los catarros?
Como comentaba antes, los “bichos” causantes de catarros son fundamentalmente los virus. Existen muchos tipos de virus, más de 200, siendo los más frecuentes los de la familia de los rhinovirus.
El que existan tantos tipos de virus provoca que los niños cojan varios catarros a lo largo del año. Incluso muchas veces da la sensación que es el mismo catarro que le dura semanas y semanas, aunque realmente lo que ocurre es que el niño empalma diferentes procesos.
La época típica de los catarros es de septiembre a mayo, ya que estos virus están más presentes en los meses de frío puesto que se reproducen mejor en el ambiente frío.
¿Cómo se contagia?
Tienen alta capacidad de contagio. El contagio se produce a través de las secreciones respiratorias como las que se expulsan con la tos, los estornudos, los mocos e incluso a través de las secreciones que contaminan las manos y objetos como los juguetes de los niños.
El contagio se favorece por las aglomeraciones de gente como ocurre en las guarderías y en los colegios.
¿Cuál es la evolución habitual de un catarro?
Generalmente los primeros días el niño tiene mocos claros, transparentes como agua, congestión nasal, estornudos y dolor o picor de garganta. A veces, asocia febrícula (Tº 37-37,9ºC) o fiebre moderada (menor de 39ºC) y tos seca irritativa.
Algunos también pueden presentar dolor de cabeza, irritación ocular y con frecuencia síntomas digestivos como vómitos, diarrea o pérdida de apetito.
La duración del catarro suele ser de 7-15 días.
A lo largo del proceso catarral el moco nasal se va espesando, y pasa de ser un líquido claro a mocos blanquecinos y posteriormente a mocos amarillos-verdosos. El moco verde no implica que haya ninguna complicación, como sobreinfección bacteriana, simplemente que el cuadro está evolucionando y se eliminan restos de mucosa, secreciones, virus....
Inicialmente la tos es seca e irritativa y progresivamente suele hacerse más productiva y más blanda, movilizando más secreciones.
La tos suele empeorar por la noche, cuando se tumban, debido a que el moco acumulado en la faringe gotea por la garganta y desencadena el mecanismo de la tos.
La tos suele ser el último síntoma en desaparecer, a veces puede durar hasta 3 semanas.
Es frecuente que por la mañana, cuando se levanta el niño, se queje de dolor abdominal o incluso tenga vómitos mucosos, debido al moco deglutido durante la noche. No debemos alarmarnos por ello, ya que en el fondo es beneficioso, es una manera de eliminar los mocos. Otras veces se eliminan por las deposiciones, provocando que sean más blandas.
En el siguiente punto encontrarás recursos para gestionar las visitas al pediatra con tu hijo/a.